Prevención Seguridad Vial

“Sillas infantiles”: reducen lesiones en accidentes pero aún no existe homologación

En nuestro país no existe legislación vigente que obligue a homologar las “sillas infantiles”, por lo que las únicas que están certificadas son las importadas. En Europa, los fabricantes de asientos infantiles deben acudir a un laboratorio de pruebas acreditado para demostrar que la silla cumple con los requisitos incluidos en el reglamento 44, versión 04, elaborado por la Comisión Económica para Europa y también, en Estados Unidos, Canadá o Australia, existen normas similares, tal como señala una nota de Télam.com

Un estudio que realizó el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI Argentina) revelan que: «Durante los análisis de los sistemas de retención infantil (SRI) los resultados mostraron que las sillas que abarcan una franja de edades más amplias son menos seguras, brindando menos protección a los menores», afirmaron, agregando que «los chicos de más de 15 kilos y cercanos a una edad infantil deben utilizar un amoldador que los eleva para poder utilizar el cinturón de seguridad del auto», indicaron

[box type=»note»]Para calificar las sillas se tuvo en cuenta la protección lateral, la forma en que el asiento infantil se sujeta al auto y la facilidad de la colocación, entre otros.[/box]

A su vez, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) informó que 4 de cada 10 sillitas en el mercado no cuentan con las homologaciones.

Lo principal a tener en cuenta cuando se elige una silla, es que esta esté homologada, por lo que tendría que tener una calcomanía naranja o amarilla que es la homologación de la normativa europea ECE R44, que es con la que en la actualidad se trabaja en Argentina, que determina la clase de silla y el peso (que va de 0 a 18 kilos)», afirmó a Télam Pablo Azorín, Jefe de Seguridad Vial y Medio ambiente para Latinoamérica de la FIA.

Por otro lado, el presidente de la Asociación para la disminución de Siniestros Viales (ADISIV), Axel Dell’ Olio, indicó que «las marcas nacionales, al no tener que cumplir con ninguna normativa, fabrican en función de lo que tienen ganas, y como a nivel nacional no hay laboratorio que le realice ninguna prueba no hay forma de determinar cuán seguras son», concluyó.

 

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