Innovación

Nuevos hábitos: qué sucede con la siniestralidad y riesgos de los Vehículos de Movilidad Personal

Imagen: AyF Correduría de Seguros.

Los vehículos de movilidad personal (VMP) gozan de un gran protagonismo, no sólo porque su uso está tremendamente extendido debido, entre otras cosas, a su bajo costo de adquisición, mantenimiento y consumo, su facilidad de conducción y su agilidad entre el tránsito urbano, sino porque los frecuentes incidentes relacionados con este tipo de vehículos han hecho que se impongan nuevas normativas para hacer su uso más seguro.

En este sentido, Fundación MAPFRE, en colaboración con el Centro de Experimentación y Seguridad Vial MAPFRE (CESVIMAP), continuando con el trabajo realizado en años anteriores, ha analizado las incidencias relacionadas con los VMP, tanto siniestros en los que se han visto involucrados (caídas, colisiones y atropellos) como incendios originados por los mismos.

El proceso de análisis se basa en un exhaustivo estudio diario de todos los títulos publicados en la prensa española, valorando y examinando cada caso para evitar noticias duplicadas y realizando el seguimiento de aquellos casos en los que pudiera existir algún tipo de incertidumbre con respecto a las causas o a la evolución del estado de salud de las personas implicadas.

Con todos esos datos es posible determinar no solamente la evolución de los siniestros relacionados con este medio de transporte, sino también la influencia real del conjunto de reglamentos aplicados a los VMP, en pos de la seguridad tanto de sus usuarios como del resto de los transeúntes.

Inicialmente, los trabajos de recopilación de datos recogidos en la prensa española, que MAPFRE inició en el año 2018, surgieron para intentar paliar la falta de datos oficiales y, aunque estos ya son publicados periódicamente, continúan difundiendo los recopilados del análisis de prensa para poder conocer antes los detalles de los siniestros acaecidos en el año anterior, permitiendo hacer un seguimiento más ágil, en tiempo real, sin esperar a la publicación de las estadísticas oficiales, aún sabiendo que esta información puede estar algo sesgada, a causa del interés mediático que pudiera tener la prensa local o regional en este tipo de siniestros, hecho que se manifiesta en aquellos siniestros menos graves y con menos interés para los medios.

MAPFRE cree que es fundamental el conocimiento y análisis de las causas de cada siniestro, con una investigación en profundidad, que permita conocer a los patrones qué los ha provocado. De esta forma, se puede actuar desde el punto de vista preventivo y hacer la movilidad más segura.

“Atravesaba el paso de peatones montado en su patineta eléctrica cuando se produjo el incidente”; “se trasladaban dos personas en la patineta”; “los dos fallecidos eran jóvenes de 15 años”; “iban sin casco a una velocidad de entre 40 y 50 km/h”; “conductor de VMP dio positivo en test de drogas” son algunas de las informaciones recabadas en las noticias sobre siniestros con vehículos de movilidad personal implicados, que forman parte del estudio Análisis de la Siniestralidad de Vehículos de Movilidad Personal 2023, que MAPFRE ha realizado en colaboración con CESVIMAP.

El hecho de que la mayoría de estas declaraciones conlleve una infracción de las normas básicas de circulación pone en evidencia que la aprobación de diferentes reglamentos para mejorar la seguridad de todos los usuarios lamentablemente no ha ido acompañada de una reducción en las cifras de víctimas. En 2023, según los datos basados en la recopilación de noticias objeto del estudio, se produjeron en España un total de 297 siniestros, en los que 187 personas resultaron lesionadas y hubo 12 víctimas mortales, un 37,5% más que en el año 2022.

En cuanto a la lesividad de los siniestros, sin tener en cuenta aquellos en los que no se conoce su alcance, en su mayoría (un 59% de ellos) han provocado lesionados de carácter leve; un 35% de las lesiones son de carácter grave y hubo un 6% de fallecidos.

Y con respecto a la causa de ocurrencia de los siniestros, es la colisión con otro vehículo el modo en que los produce con más frecuencia, en un 61% de los casos; seguido por la caída, con un 19%; y por el atropello a peatones, en un 14% de los siniestros analizados. En tanto que, en casos de lesiones graves y fallecidos, este porcentaje de representatividad de las colisiones con otros vehículos sube hasta el 66% y las caídas, al 23%.

En cuanto al género de las victimas, la mayoría de ellas (un 56%) fueron varones. Esta diferencia es más elevada si se tiene en cuenta a los fallecidos: 7 de cada 10 muertos fueron hombres. Y en el análisis de la edad de las personas lesionadas, casi el 60% tenían entre 15 y 34 años.

El preocupante incremento de víctimas supone un claro llamado a difundir buenas prácticas. La buena noticia es que las empresas de movilidad compartida ya han adoptado muchas medidas para aumentar la seguridad de sus usuarios. Entre ellas, la puesta en marcha de campañas de concienciación sobre el uso del casco, la difusión de guías on line con consejos e información sobre normativa, realización de controles de alcoholemia, geo-vallado en zonas con peatones y detección de conductas inseguras como derrapes, bloqueos de ruedas y conducción en tándem.

El desafío es seguir avanzando en la prevención y trasladar a los particulares que tienen un VMP la necesidad de adoptar estas mismas medidas para poder usar su vehículo de manera segura.

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