A.M.Best, la agencia de calificación crediticia enfocada exclusivamente en la industria aseguradora mundial, mantiene una perspectiva estable a nivel global para el segmento de seguros cibernéticos, según su informe ‘Market Segment Outlook: Global Cyber Insurance’.
Más allá de un entorno de mercado más competitivo y ciertos riesgos emergentes, A.M. Best considera que el sector sigue siendo sólido, con una demanda en aumento y márgenes de rentabilidad sostenibles a medio plazo.
La demanda de coberturas frente a riesgos cibernéticos sigue siendo fuerte y se espera que se mantenga, incluso tras la suavización del mercado iniciada en 2023. La agencia de calificación destaca que el crecimiento del segmento está especialmente impulsado por una mayor concienciación de los riesgos digitales y por una creciente adopción de estos seguros por parte de pequeñas y medianas empresas, que históricamente han estado menos cubiertas.
“Fundamentalmente, la expansión del mercado se sustenta en la creciente conciencia sobre el riesgo cibernético y en la necesidad de soluciones de transferencia de riesgos para protegerse del crimen digital”, sostiene Robert Gabriel, Analista Financiero Senior de A.M. Best.
Mejora de la higiene cibernética y la rentabilidad
Uno de los factores clave que sostiene la perspectiva estable es la mejora continua en la ‘ciberhigiene’ de los asegurados. Según A.M. Best, los asegurados han reforzado sus defensas y acelerado su capacidad de respuesta ante incidentes, lo que contribuye a mitigar pérdidas potenciales y favorece la rentabilidad del sector.
El informe también subraya el apoyo constante del reaseguro y, en menor medida, de fuentes de capital alternativo, como factores que han respaldado la expansión del segmento. Además, la utilización de inteligencia artificial en la selección de riesgos y la suscripción está aportando mayor eficiencia operativa.
Cumplimiento normativo e impulso regulatorio
Los requisitos regulatorios y de cumplimiento también juegan un papel relevante en la adopción creciente de seguros cibernéticos. Las compañías, cada vez más conscientes de su exposición legal y reputacional, recurren a estas coberturas como parte integral de su estrategia de gestión de riesgos.
Riesgos persistentes y amenazas emergentes
A.M. Best, sin embargo, advierte que el mercado sigue enfrentando desafíos significativos que podrían alterar este equilibrio. Entre ellos destaca:
- La persistencia y la escalada de amenazas, como el ransomware, el compromiso del correo electrónico empresarial y el fraude por transferencia de fondos, sin señales claras de disminución.
- Los riesgos sistémicos derivados de la interconexión digital, que pueden generar pérdidas en cascada en múltiples industrias si ocurre un ciberincidente de gran escala.
- La proliferación de ataques potenciados por inteligencia artificial, que amplifican tanto la escala como la complejidad de las amenazas.
- La creciente exposición de las propias aseguradoras, que se han convertido en objetivos atractivos para los ciberdelincuentes por la gran cantidad de datos sensibles que gestionan.
Perspectivas a futuro
A pesar de estas amenazas, el informe considera que el segmento está bien posicionado para mantener su rentabilidad en el medio plazo. La combinación de una demanda sostenida, mejoras en la ciberseguridad de los clientes, apoyo del reaseguro y tecnologías de suscripción más sofisticadas compensa, por ahora, los riesgos.
De acuerdo con la agencia de calificación, la perspectiva estable se traduce en un entorno propicio para la innovación y la expansión, especialmente en nichos poco penetrados, como el de las pymes. Sin embargo, el informe deja claro que los actores del sector deberán mantener una vigilancia constante sobre la evolución de los riesgos sistémicos y el uso malicioso de tecnologías emergentes como la IA.
En un mundo cada vez más digitalizado e interconectado, el seguro cibernético no solo es una herramienta clave de transferencia de riesgos, sino también un catalizador para mejorar las prácticas de seguridad y resiliencia operativa de las empresas.
Fuente: Füture INESE.









