Columnistas

Crónica de una década de combate al fraude al seguro en Chile

Por Manuel Carvallo, Socio de Estudio Carvallo Abogados.-

Cada año, estudios internacionales resaltan las cifras astronómicas que se pierden debido a un fenómeno común y recurrente a nivel mundial: el fraude al seguro. Esta práctica no solo ocasiona pérdidas significativas, lo que, a su vez, resulta en un aumento en las primas de seguros, sino que también exige la implementación de una serie de mecanismos de prevención tanto en la etapa de contratación de un seguro como en el momento de recibir el denuncio de siniestro.

El fraude al seguro es un problema persistente que socava la integridad del mercado y a pesar de los esfuerzos por combatirlo, aún no se ha logrado instaurar un reproche social uniforme contra este pernicioso fenómeno. En lugar de ser condenado, por el contrario, a menudo se comparte entre amigos como hazaña personal el engañar a una aseguradora, sin tener en cuenta que el costo de estos fraudes no recae solo en una póliza en particular, sino que se distribuye entre todos los asegurados a través de primas más altas por pago de indemnizaciones injustas. Los amigos que festejan la historia están cooperando a pagar ese mismo fraude.

En este artículo, exploraremos los esfuerzos legales y estratégicos realizados en estos primeros 10 años desde la vigencia del nuevo tipo penal que sancionó este ilícito expresamente en Chile y los desafíos para la siguiente década.

 

El nuevo paradigma legal en Chile

En diciembre de 2013, Chile dio un paso significativo en la lucha contra el fraude al seguro al entrar en vigencia las normas que rigen los contratos de seguros en el país. La implementación de un nuevo tipo penal que sanciona específicamente el fraude al seguro en el cobro de siniestros, bajo el artículo 470 n°10 del Código Penal, marcó un hito en la persecución de este delito.

En respuesta a esta nueva perspectiva legal -en Estudio Carvallo Abogados- diseñamos una estrategia integral para combatir el fraude al seguro en todas sus formas. Realizamos capacitaciones para todo el mercado, incluyendo compañías, liquidadores y corredores. Creamos cursos, clases y diplomados en conjunto con la escuela de seguros y varias universidades. A lo largo de estos diez años, miles de personas han sido nuestros alumnos y están más preparados sobre el tema.

Fue así como gradualmente comenzamos a recibir y gestionar casos de menor valor y complejidad, con un enfoque riguroso y cauteloso, lo que generó resultados positivos.

Debimos superar el escepticismo y la resistencia inicial especialmente de aquellas áreas preocupadas por el impacto negativo que un caso mal gestionado podría tener a nivel de Relaciones Públicas. Con cautela, se demostró que los casos bien manejados no “explotaban” y que se enviaba el mensaje adecuado, en cuanto a que el fraude no sería tolerado.

La lucha contra el fraude se centró inicialmente en ramos más masivos, como los seguros de vehículos, líneas personales e incluso cesantía, derribando el mito de que los fraudes de menor cuantía no merecían ser gestionados.

Así fue como presentamos las primeras querellas criminales en casos seleccionados, como parte de un diseño para generar jurisprudencia favorable, incluyendo los primeros casos por delito frustrado. Es decir, habiendo rechazado el caso, con ahorro total, igualmente se persiguió la responsabilidad penal del asegurado, con un resultado exitoso.

Las formalizaciones, acuerdos reparatorios y otras resoluciones alternativas comenzaron a acumularse, todas favorables, hasta que llegó la primera condena efectiva. La cantidad de casos detectados aumentó con el tiempo, y estos se volvieron más sofisticados en términos de cuantía y complejidad.

Este proceso nos llevó a nuestro primer juicio oral, que resultó en una condena a prisión efectiva. Además, logramos formalizar a un abogado que había estafado a uno de nuestros clientes y hace poco hemos festejado un segundo juicio oral con resultado condenatorio.

En colaboración con CESVI Argentina, co-organizamos el Concurso de Lucha contra el Fraude al Seguro en Chile, con un gran interés de todos los actores por compartir sus experiencias y fortalecer la batalla contra este problema.

 

Nuevos desafíos para el futuro

Recientemente, nos enfrentamos a un nuevo desafío al «redescubrir» un tipo penal que no había sido empleado antes: el fraude al seguro en la contratación de pólizas, regulado por el artículo 470 n°6 del Código Penal. Esta modalidad sanciona el engaño en la contratación de la póliza, incluso si el asegurado no defrauda en el cobro del siniestro. En conjunto con AIDA Chile, actualmente se prepara un artículo académico sobre este delito y esperamos utilizarlo en tribunales en el futuro próximo.

Además, la Nueva Ley de Delitos Económicos en Chile introduce medidas penales más severas para las empresas medianas y grandes que intenten defraudar a una aseguradora. Esto marca una nueva etapa en la persecución penal del fraude al seguro, con penalidades elevadas que implicarán un nuevo hito en la persecución penal.

Desde Estudio Carvallo Abogados reconocemos la importancia de comprender la perniciosa influencia de este tipo de fraudes en el mercado de seguros y la necesidad de una reacción enérgica y eficaz para combatirlo. A lo largo de esta década, hemos recorrido un largo camino desde el escepticismo inicial hasta el estado actual de las cosas.

Estamos listos para los siguientes 10 años, siempre innovando y contando con la cooperación de todos.

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