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Inteligencia artificial, educación aseguradora y articulación: la triple clave para una inclusión real en seguros

Por Jonathan Rodríguez Brun, especialista en innovación, tecnología y transformación digital en seguros.-

La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa del futuro: es parte estructural del presente en el mercado asegurador. Automatización de procesos, análisis predictivo, prevención de fraude, scoring dinámico, modelos de pricing más precisos y mejoras sustanciales en experiencia de cliente. Todo esto ya ocurre, en diferentes niveles, en el mundo del seguro.

Pero desde mi experiencia en la intersección entre tecnología, seguros y startups, me atrevo a decir algo con total claridad: la IA por sí sola no va a resolver los grandes desafíos estructurales del sector.

Para lograr una transformación verdaderamente inclusiva, que acerque más y mejores coberturas a más personas, necesitamos sumar tres componentes que hoy son tan estratégicos como subestimados:

  • Educación aseguradora.
  • Articulación entre actores.
  • Tecnología como aliada para la inclusión y la personalización.

 

Educación aseguradora: el punto de partida olvidado

La industria aseguradora enfrenta un desafío básico pero urgente: millones de personas no entienden qué es un seguro, cómo funciona o por qué deberían tenerlo. Si bien se digitalizan canales, procesos y productos, el conocimiento básico sigue siendo limitado en amplios sectores de la población.

No alcanza con tecnología si no hay educación. Necesitamos estrategias sostenidas y transversales para construir cultura aseguradora en la sociedad: desde contenidos en medios y redes hasta onboarding inteligente en apps, pasando por educación formal y herramientas pedagógicas inclusivas.

La innovación real empieza por entender y hacer entender.

 

Articulación: nadie innova en soledad

Ni una insurtech puede escalar sin aliados, ni una aseguradora tradicional puede sostenerse sin adaptarse. La clave es articular: pensar en ecosistema y no en silos.

Las compañías, los brokers, los Productores Asesores, las insurtechs, los reguladores, los gobiernos, las cámaras del sector y el mundo académico deben diseñar estrategias comunes para ampliar la cobertura y repensar la protección en la era digital.

Cuando cada actor opera por su cuenta, se construyen soluciones fragmentadas, que no escalan y no resuelven.

 

Tecnología al servicio de la inclusión (no solo de la eficiencia)

La IA tiene un potencial inmenso. Pero su verdadero valor no está solo en optimizar lo que ya existe, sino en crear productos nuevos, flexibles y accesibles para quienes hoy están fuera del sistema asegurador.

Algunos ejemplos de oportunidades reales:

  • Microseguros y coberturas modulares para trabajadores independientes, freelancers o changarines.
  • Seguros por uso para movilidad urbana o economía colaborativa.
  • Coberturas pensadas para personas migrantes, sectores rurales o públicos con necesidades especiales.
  • Automatización del lenguaje del seguro para hacerlo comprensible, amigable y transparente.
  • Aplicaciones de IA para anticipar riesgos, actuar preventivamente y mejorar la resiliencia social.

 

¿Y ahora qué?

Estamos ante un punto de inflexión. La tecnología está madura. Los desafíos son enormes. Y la oportunidad es histórica. Podemos construir una industria más empática, más humana y más cercana. Pero solo si dejamos de pensar en silos y comenzamos a construir alianzas con propósito. La IA no vino a reemplazar al seguro. Vino a hacerlo más justo, más útil y más presente en la vida de las personas.