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Aumentan 15% la base del impuesto a los autos de alta gama

Luego de un 2014 complejo para la industria automotriz -con restricciones de insumos, divisas y empleo y frenos en la producción, ventas y exportaciones-, el Gobierno decidió darle un respiro al sector y actualizó un 15% la base imponible del impuesto a los autos de alta gama.

Según informó el Diario La Nación, la medida fue publicada anteayer en el Boletín Oficial mediante el decreto 2578, firmado por la presidenta Cristina Kirchner, y establece que los autos que tengan un precio de más de $ 195.000 pagarán una tasa del 30%, mientras que los que superen los $ 241.500 serán gravados con una alícuota del 50 por ciento. En rigor, esas imposiciones terminan multiplicándose en el precio real del vehículo. Hasta anteayer esas tasas eran de $ 170.000 y $ 210.000, respectivamente. La norma modificó además la base imponible para las motos y las embarcaciones deportivas.

El decreto contiene además otra novedad: por primera vez no regirá anualmente -como era habitual- sino que tendrá vigencia sólo durante el primer semestre del año, es decir, hasta el 30 de junio. Según supo LA NACION, cerca del Ministerio de Industria afirmaban que esta decisión tenía que ver con evitar un aumento generalizado de los precios de los autos en los primeros seis meses del año, luego de que las automotrices pisaran durante meses el valor de los vehículos de gama media para que no cayeran dentro del gravamen.

En las terminales estimaron que la actualización no es suficiente y que el impuesto continuará complicando la producción de los vehículos de alta gama, pero también a las versiones full de los medianos (incluso algunos de fabricación nacional). En la industria -a contramano de la visión oficial- creen que el gravamen empujará los precios de los autos más baratos, ya que son aquellos con los que las empresas pueden recuperar parte de la rentabilidad que pierden limitando los valores de los autos que están al límite de ser gravados y gracias a la pérdida del mercado más rentable: el de alta gama.

Durante el año pasado, el precio de los autos subió en promedio 48%, según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).

«El objetivo de la modificación de las bases imponibles es no afectar la producción nacional y el trabajo con el impuesto interno, pero al mismo tiempo mantenerlo para aquellos bienes que representan consumos lujosos», afirmó la ministra de Industria, Débora Giorgi. De acuerdo con datos oficiales, sólo el 6,6% -unos 44.880- de los autos patentados estaba impactado por el impuesto. Con la actualización, ese porcentaje disminuyó al 2,7 por ciento. Los datos privados dicen otra cosa: en diciembre de 2013, en términos relativos, el impuesto afectaba al 8,9% de las unidades vendidas, mientras que el mes pasado alcanzaba al 17,3%, según estimaba entonces la consultora abeceb.com.

Las subas de precios injustificadas y las estrategias comerciales erróneas o especulativas tuvieron que ser neutralizadas por el Gobierno para mantener la actividad en niveles razonables. Esta medida va en el mismo sentido: defender la producción y el trabajo», dijo Giorgi, para justificar la existencia del impuesto que nació para desincentivar al llamado dólar auto. Desde la instauración del impuesto -devaluación y crisis mediante-, la producción automotriz se desplomó, lo mismo que el empleo en el sector. Para el caso, entre el tercer trimestre de 2013 y el de 2014, se perdieron -según datos del Indec- unos 2000 puestos.

La medida oficial no cambia lo que ocurre con las marcas premium, como Audi, BMW o Mercedes-Benz, cuyos modelos seguirán estando impactados de lleno por el gravamen.

 

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