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Robo de identidad, una modalidad en ascenso

Tal como desarrolla una nota del diario La Nación, hace pocos días cayó la banda de «el Sapo» Ciarlo, se trata de un estafador que usaba tarjetas de crédito ajenas para comprar pasajes y que después vendía a través de una agencia de viajes falsa. La fiscalía de Puerto Madryn, en Chubut, calcula que la estafa llegó a los $10 millones.

Este «astuto» estafador operaba con datos de tarjetas de crédito en estaciones de servicio y comercios y luego, buscaba al titular de dicha tarjeta.

Según Walter Mercapide, jefe de Análisis y Prevención de Fraude del Banco Galicia, dice que: «No hay que sacarle la vista a la tarjeta porque se puede copiar la información. También hay gente que recibe mails falsos que dicen: estamos observando que hay problemas de seguridad de la tarjeta, por favor bríndenos su número de tarjeta, la clave y los números de coordenadas, y ¡la gente lo hace!», afirma el especialista del Galicia.

También el jefe de Análisis y Prevención de Fraude advierte que el fraude puede devenir de apps, que pueden ser usadas por los ladrones a distancia.

Una nota de BBC Mundo revela que la aplicación InstaAgent roba las contraseñas de los usuarios. Se trata de un programa para iOS y Android que encabezó la lista de apps gratuitas de países como el Reino Unido, Canadá y España, y que ya fue eliminada de las tiendas de Google y Apple, informa la publicación de La Nación.

En la Argentina, el 21% de las 80 empresas encuestadas por PwC reportó este tipo de delitos, mientras que en 2011 eran sólo el 8%.

Las personas son el vínculo más débil en la cadena de seguridad», señala el informe de PwC sobre delitos económicos.