La ergonomía emerge como una pieza fundamental en la prevención de riesgos, desvelando la relación entre el lugar de trabajo y la salud del trabajador. Este enfoque multidisciplinario, que amalgama conocimientos anatómicos, fisiológicos, sociológicos y técnicos, es una guía para las empresas que buscan no solo maximizar la producción, sino también salvaguardar la salud y el bienestar de sus colaboradores.
En un mundo donde los trastornos musculoesqueléticos (TME) son protagonistas de un escenario preocupante, la ergonomía se presenta como la defensora de la salud laboral. Las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que aproximadamente 1.710 millones de personas sufren TME, siendo el dolor lumbar el más prevalente, afectando a 568 millones de sujetos en todo el mundo.
No se trata solo de cumplir con las capacidades físicas del trabajador, sino de asegurar su bienestar integral y la calidad de la producción. En este punto quiero resaltar que el PAS (productor asesor de seguros) se convierte en una pieza clave para la comercialización del seguro de ART, utilizando la ergonomía como una herramienta de transformación para mejorar la rentabilidad de las empresas y la salud de los trabajadores, lo que le permitirá también volverse un aliado para sus asegurados.
La ergonomía es una iniciativa participativa que requiere la colaboración de todos los actores involucrados: PAS, recursos humanos, servicio médico, higiene y seguridad, mantenimiento, calidad y, por supuesto, los trabajadores.
Siguiendo la definición de la ONU sobre salud como un estado de bienestar físico, social y mental, la ergonomía se posiciona como la guardiana del bienestar laboral. Aunque la ergonomía física ha sido ampliamente adoptada, es importante comenzar a considerar los riesgos psicosociales, analizando el contexto laboral y sus efectos en la salud mental de los trabajadores.
Desde Federación Patronal ART trabajamos siempre desde una perspectiva ergonómica. Entre las distintas intervenciones, un caso de éxito es el plan que desarrollamos en una empresa de la industria avícola, donde con el impulso central del PAS, y la cooperación de distintas áreas (Unidad de negocios, dirección, Higiene y Seguridad, Servicio médico, RRHH y ergonomía) hemos logrado trazar métricas, establecer estrategias preventivas y mejorar no solo los índices de siniestralidad y productividad, sino también el clima laboral. Este caso subraya la importancia del trabajo en equipo y las distintas perspectivas en la implementación efectiva de planes ergonómicos.
Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, como guías en este viaje, se comprometen a innovar constantemente. Desaprender antiguas prácticas y adoptar una nueva cultura preventiva, respaldada por tecnologías emergentes y un enfoque profesional, son los cimientos de un futuro donde la ergonomía y la prevención de riesgos convergen para forjar un ambiente laboral seguro y saludable. En este paradigma, el bienestar de los trabajadores se convierte en el pilar sobre el cual se erige la prosperidad de las empresas y la sociedad en su conjunto.