La pandemia del COVID-19 y el incremento de la actividad digital que esta generó en la región, ha dejado aún más en evidencia las vulnerabilidades actuales del espacio digital en América Latina y el Caribe, y las oportunidades que existen alrededor del área de ciberseguridad.
Según Rokk3r Insurtech, la aceleración que tuvo el uso de la tecnología durante la pandemia generó cambios en los hábitos de los usuarios en América Latina y en todo el mundo, que su vez incidieron en la aceleración, sofisticación y crecimiento de los actos de cibercriminales. Con el fuerte incremento de la actividad digital, los ataques cibernéticos han aumentado en frecuencia e ingenio. El bajo costo y el riesgo mínimo que conllevan estos delitos han sido factores clave en su crecimiento en todo el mundo. Con el simple uso de una computadora y el acceso a Internet, los ciber-delincuentes pueden causar daños enormes mientras permanecen relativamente anónimos.
De acuerdo a la OEA (Organziación de Estados Americanos), para principios del año pasado 12 países habían aprobado estrategias formales nacionales de ciberseguridad, incluidos Colombia (2011 y 2016), Panamá (2013), Trinidad y Tobago (2013), Jamaica (2015), Paraguay (2017), Chile (2017), Costa Rica (2017), México (2017), Guatemala (2018), República Dominicana (2018), Argentina (2019) y Brasil (2020), entre varios otros en progreso, mostrando lo importante que este tema se ha vuelto en la región.
Por otro lado, la creciente penetración del uso de internet en la región acelera el crecimiento de los riesgos cibernéticos. Cada año, millones de nuevos usuarios en América Latina y el Caribe se conectan a Internet por primera vez. Esto crea un amplio grupo de nuevos clientes que no son tan expertos en tecnología como los clientes digitales más maduros, lo cual propicia un ambiente de mayor riesgo.
Sumado a esto contamos con una creciente masa laboral que trabaja principalmente desde sus hogares de forma remota para evitar el contagio de COVID-19 y que no están bajo el paraguas de protección y supervisión constante de las políticas de seguridad de sus corporaciones lo que hace que grandes compañías se encuentren muy vulnerables a ser atacados.
El crecimiento en el número de ataques cibernéticos ha generado un mayor interés por la seguridad cibernética en la región, y con todo este riesgo, habrá un espacio de oportunidad para el sector asegurador. Si bien las aseguradoras latinoamericanas tradicionalmente protegen contra los riesgos físicos, la demanda de seguros de ciberseguridad está aumentando ya que donde existe un riesgo existirán oportunidades para la industria aseguradora.
