COBERTURA 100% SEGURO.- Entre el 9 y el 10 de abril pasados, en la sede corporativa de La Segunda Seguros en Rosario, se desarrolló por segundo año consecutivo una nueva edición del Congreso LEAN de la Fundación Internacional ORP, el evento de referencia de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), con el foco puesto en la innovación tecnológica y la sostenibilidad del sector.
Bajo el lema “Liderazgo estratégico e inteligencia de negocio en la SST”, en LEAN ORP Rosario 2025 hubo conferencias magistrales con destacados expertos internacionales de América, Europa y Asia, en las cuales se habló de estrategias y tendencias, y surgieron oportunidades de networking con profesionales del sector. En el marco del evento, dialogamos con Guillermo Meneguzzi, Gerente de La Segunda ART, quien hizo un balance del congreso, los temas que hoy están sobre la mesa, el rol de la tecnología, las posibles amenazas de la IA y, desde ya, se refirió al complejo momento que vive el sistema.
100% SEGURO: ¿Cuál es tu balance sobre esta nueva edición de LEAN ORP?
Guillermo Meneguzzi: Estoy muy contento porque superamos la cantidad de asistentes del año pasado, con un 20% más de personas. Y además, a diferencia del año pasado, recibimos asistentes de empresas de países de la región como Colombia, Perú y Chile, con un contingente muy grande. Hubo más de 550 personas inscriptas, con ponentes de distintos lugares del mundo. Todos especialistas en la prevención de accidentes, en el cuidado de la gente, desde el punto de vista de la higiene y la seguridad, pero también de la medicina. Y con especialistas en tecnología, que justamente son el soporte para la gestión y la administración de la prevención y de la salud.

100% SEGURO: Uno ve la agenda, muy rica en contenidos, mesas de debate, keynote speakers… ¿Cuáles son los temas de debate hoy en día en materia de prevención, seguridad y salud ocupacional?
G.M.: En Argentina existía un enfoque que era el cuidado de las personas en el ámbito del trabajo. Hoy, por experiencia y por haber estado escuchando en congresos como estos, el tema del cuidado de la gente tiene mucho que ver con el ambiente laboral, pero además con la vida privada. O sea, no se puede disociar el cuidado de la salud de las personas en un horario o en un lugar y dejarlas libradas a que vengan a trabajar, las cuiden y después no sabemos qué pasa. Sobre todo -y muy acelerado después de la pandemia-, el tema de los riesgos psicosociales, que es hoy el gran problema a nivel mundial. No tanto el accidente traumático -que hay que trabajarlo para prevenirlo-, sino la parte psicosocial, que es la más compleja a nivel mundial.
100% SEGURO: El mundo está muy revolucionado con la tecnología, en particular con la Inteligencia Artificial, de la que se habló mucho en este evento. ¿Hasta qué punto puede ser más una amenaza que una herramienta? Porque hay dos miradas: una positiva y una negativa, con fantasmas alrededor del potencial impacto de la IA…
G.M.: Hay fantasmas y un poco el objetivo de este congreso también es tratar de despejar eso y ver a la tecnología y a la IA -que es algo que ya tenemos en muchos de nuestros procesos- como un complemento del trabajo que hacemos todos los días. Es probable que algún puesto de trabajo se pueda desplazar con la tecnología, pero la idea es no prescindir de la gente, sino poner a la gente a hacer tareas que aporten valor agregado a los procesos y dejar a la tecnología para las tareas rutinarias o, en el caso de la industria y la construcción, dejar las tareas de más riesgo para que la tecnología pueda hacerlas y tratar de evitar que las personas se lesionen, se lastimen o queden expuestas a agentes de riesgo.
Este congreso ha mostrado cómo la tecnología, la IA y los procesos digitalizados son una herramienta o un soporte para la tarea que hoy hacen los trabajadores. No los van a reemplazar. Hubo una serie de charlas que mostraban cuáles son las tareas donde más se van a complementar el día a día con la tecnología, cómo eso va a ayudar a la productividad, cómo va a mejorar el clima laboral dentro de las empresas y, obviamente, el cuidado de la gente, que es el objetivo final.
100% SEGURO: Si tuvieras que decir cuál es el grado de madurez en materia de transformación digital del sector, sobre todo en lo que hace a la recolección de datos en materia de sinestralidad, en prevención de accidentes, ¿cómo está Argentina si nos comparamos con otros mercados?
G.M.: Argentina, a nivel de riesgos del trabajo, desde que se creó el sistema, que empezó a funcionar en el año 1996, desde el punto de vista de la accidentología tiene una base de datos muy rica, muy completa. Si tuviese que hacer una crítica, no sería al organismo que recolecta la información que suministramos las aseguradoras, sino después qué hacemos las aseguradoras con ese dato. Alguien dijo en este congreso que podemos tener una masa muy grande de datos, pero, si no sabemos transformar esos datos en información o no sabemos qué queremos ir a buscar, esa masa de datos no sirve para nada. Creo que el gran desafío que tenemos hoy es ver cómo transformamos los datos en información, qué es lo que estoy buscando con esa información y para qué.
100% SEGURO: En una mesa de debate se habló del marco regulatorio y si tiene que aggiornarse a los nuevos tiempos que corren. Sabemos que la velocidad del cambio es muy rápida, que la tecnología avanza, quizás más rápido que la regulación. ¿Ves que también hay que adecuar la normativa?
G.M.: Sí, hoy definitivamente sí. Argentina tiene una ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo que es de los años ’80, muy enfocada a auditar, a llenar formularios, cumpliendo obligaciones legales. Carlos Alberto Berto dijo que las obligaciones legales son obligaciones legales y hay que cumplirlas; el tema es todo lo que hacemos nosotros por encima de esas obligaciones legales, que es lo que realmente hace que los indicadores de siniestralidad mejoren. Necesitamos mejorar.
Hay un proyecto de ley de 2017 para que el Congreso apruebe, que aggiorna la actividad, que la mejora, pero además incorpora actividades económicas que al momento en que se sancionó la última ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo no existían. Se van a cambiar muchos puestos de trabajo, van a cambiar las formas de hacer los trabajos. Por suerte, el sistema ha madurado y hay cosas que ya se dan por sentadas. Ir a controlar dentro de un establecimiento si hay o no hay matafuegos ya no se discute. No tiene sentido que un profesional con todo el conocimiento en prevención tenga que llenar un formulario para saber si hay matafuegos. Después, si lo sabe usar es otro tema. Entonces, necesitamos una normativa que se aggiorne, que sea moderna y además que sea ágil.
Sobre la ley de Prevención que quedó postergada, entendemos que en los próximos meses podemos llegar a tener novedades. Esa nos va a ayudar, tanto a nosotros como aseguradoras con nuestra tarea preventiva que es nuestro objetivo primordial, como a los empleadores y a los servicios de higiene y seguridad. Hoy, más allá de que dimos algunos pasos desde el punto de vista de la digitalización, todavía tenemos mucha actividad de llenado de formularios para obtener datos que después se archivan. Entonces, hay mucha información con la cual después no hacemos nada.

100% SEGURO: Vimos charlas muy interesantes sobre prevención, seguridad y salud en el trabajo, que es una pata de una mesa que, si las otras patas no están del todo firmes, la mesa se cae a pedazos. Por eso, ¿cómo está el contexto del sistema en general, a nivel comercial, a nivel resultados? ¿Hay luz al final del túnel?
G.M.: Primero, hay que destacar los logros que ha tenido el sistema de riesgos del trabajo argentino. En sus 26 años, viene demostrando que bajó la siniestralidad, que evitó muertes, que bajó la gravedad de las lesiones, que mejoró la calidad de trabajo de las empresas y de los trabajadores. Pero, lamentablemente, después se ve opacado y es la gran paradoja porque, teniendo índices de incidencia de siniestros similares a Chile y a España, tenemos 20 veces más judicialidad que esos países. Eso es difícil de entender. Y es preocupante que esa judicialidad vaya a superar en 2025 lo que tuvimos en 2017, que fue lo que generó el cambio de la ley actual.
Hoy el sistema está en riesgo, producto de la judicialidad. Aspiro a que se tomen decisiones, porque la buena noticia dentro de la gravedad es que no necesitamos un marco legal para cambiarlo, necesitamos que los Poderes Judiciales hagan funcionar la ley que ya tenemos, con eso alcanza y se soluciona. Porque si no es inentendible: cuanto más se reduce la siniestralidad, más aumenta la litigiosidad. Y el 90% de esos juicios tienen que ver con gente que además quedó sin porcentaje de incapacidad, es extraño.
Santa Fe está a la cabeza, lamentablemente, y la menciono porque nosotros somos de esa provincia, que lidera el crecimiento de los juicios en los últimos dos años.
100% SEGURO: Tenemos la experiencia de Mendoza, que cumpliendo ciertos parámetros de la reforma, ha mejorado marcadamente los indicadores judiciales. Pero tenemos CABA, Buenos Aires y Santa Fe, que están muy complicadas…
G.M.: Justamente, cuando se sancionó la reforma de la ley en 2017, en su artículo 2, los Poderes Judiciales de las provincias que adhirieron se comprometían a la creación de los Cuerpos Médicos Forenses. Eso no pasó, salvo Mendoza, que enseguida empezó a mostrar resultados, pero el resto de las provincias todavía no han dado ese paso. Creo que, dando ese paso, va a ayudar a que el panorama se empiece a aclarar y a encontrar esa luz al final del túnel para que pueda ser una solución a la situación actual.
100% SEGURO: ¿Creés que no se da ese paso porque la industria del juicio es tan fuerte que no permite que se avance? ¿Por qué la Justicia no entiende la gravedad del hecho y que se está poniendo en jaque un sistema que le da respuesta a los más de 10 millones de trabajadores?
G.M.: Nos guste o no, la industria del juicio tiene un lobby que tal vez el mercado asegurador no tenga. Lo que me da miedo es que no nos demos cuenta de que ponemos en riesgo uno de los mejores sistemas de cobertura del mundo desde el punto de vista prestacional. Y que lo estemos poniendo en riesgo por no acomodar las cosas. Es cumplir la ley. Hay un baremo que define si corresponde la incapacidad; si corresponde, a qué porcentaje de incapacidad y nosotros, como aseguradores, tenemos que pagarlo. Ese no sería el problema. El tema es cuando esas cosas empiezan a desvirtuarse, cuando hay otros intereses y lo que terminó siendo en su momento una muy buena ley y un muy buen sistema, hoy termina hackeado por esta cuestión que va a poner en riesgo a muchas compañías.