Prevención Seguridad Vial

En la Semana de la Seguridad Vial, todos somos peatones

Desde el 23 al 29 de abril en la Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial se celebra con el fin principal de llamar la atención hacia la seguridad de los peatones.

La Argentina padece los índices más altos de mortalidad producida por accidentes de tránsito: 21 personas mueren por día, casi 8.000 muertos por año, y más de 120.000 heridos anuales de distinto grado, además de cuantiosas pérdidas materiales. Esta cifra es significativamente elevada si se la compara con los índices de otros países, en relación a su población y número de automóviles circulantes, asegura la organización no gubernamental  Luchemos por la Vida.

En el marco de la semana de la Seguridad Vial, la OMS publicó un informe llamado Seguridad de los peatones, que destaca algunas de las acciones que los gobiernos deberían tomar para preservar la vida de los peatones. Algunas de las sugerencias son reforzar las leyes para evitar los excesos de velocidad y el consumo de alcohol, entre otros.
La Semana sirve para poner de relieve la necesidad de garantizar la seguridad de los peatones y promover iniciativas relacionadas con las medidas que se ha demostrado que protegen a los peatones.

En todo el mundo, más de 5000 peatones mueren cada semana en las calles. El objetivo a corto plazo de la Semana es evitar que haya siquiera un peatón que muera por accidente.

Durante esta Semana se pretende:

A corto plazo, sensibilizar acerca de las normas de tráfico, esto comprende el exceso de velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas o las distracciones son las principales causas de accidentes en nuestro país. Asimismo, los entes gubernamentales deberían mejorar la iluminación de las vías, eliminar objetos que obstaculizan la visibilidad y mejorar la seguridad de las zonas escolares.

A largo plazo, se pueden tomar diversas medidas como:

  • Reforzar los cruces peatonales, aceras, pasos elevados, pasos subterráneos, medianas elevadas, y signos y señales de tráfico, y mejorar los existentes;
  • Reducir de los límites de velocidad de los vehículos y, de no ser así, “atenuación” de las calles mediante badenes y bandas sonoras;
  • Crear  nuevas normas de tráfico y vigilancia del cumplimiento de toda la legislación sobre el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, las distracciones de conductores y caminantes, y los pasos de peatones;
  • Restringir o desviar la circulación de vehículos en las zonas peatonales; Mejoras en el transporte público;
  • Organización de sistemas de atención traumatológica y servicios de rehabilitación además de la mejora de los ya existentes;
  • Formación teórica y práctica de todos los usuarios de las vías de tránsito y del público en general.

Es importante destacar que, los peatones representan una cuarta parte de las muertes anuales por accidente de tráfico. Debido a la falta de atención a sus necesidades y a la tendencia de los últimos decenios a favorecer el transporte motorizado privado, los peatones tienen hoy mayor riesgo de muerte, lesiones y discapacidad. Muchos de los fallecidos son niños y ancianos. La mayoría de las muertes se producen en los países de ingresos bajos y medios, entornos en los que la rápida motorización plantea retos adicionales; no obstante, la seguridad de los peatones es motivo de preocupación en todos los países del mundo.

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