Innovación

Cómo las compañías de seguros generales pueden modernizar con éxito sus sistemas core

Foto de Irvan Smith en Unsplash
Actualizar la tecnología es esencial, pero se percibe como costoso y difícil. Una guía de la consultora McKinsey para aseguradoras de daños y responsabilidad civil.

En un sector tan competitivo y digitalizado como el asegurador, modernizar los sistemas core ya no es una opción sino una necesidad. Sin embargo, la transformación de estas estructuras tecnológicas —el corazón operativo de las aseguradoras de propiedad y accidentes (P&C, por sus siglas en inglés)— implica desafíos complejos y decisiones estratégicas de alto impacto. El último informe de McKinsey aborda con profundidad esta problemática y traza un mapa claro de las oportunidades y obstáculos que enfrentan las aseguradoras en este camino.

Un legado que pesa

Muchas aseguradoras aún dependen de sistemas core heredados, diseñados para un entorno más lento y analógico. Estos sistemas, con más de dos décadas de antigüedad en algunos casos, se sostienen con soluciones parche y arquitecturas complejas. El mantenimiento se vuelve cada vez más costoso y consume recursos que podrían estar orientados a la innovación.

Además, estos sistemas limitan la capacidad de las aseguradoras para responder a las demandas actuales: cotizaciones instantáneas, pagos de siniestros en tiempo real, experiencias digitales personalizadas y lanzamientos rápidos de productos. En este contexto, los líderes del sector reconocen que los sistemas core no solo afectan la eficiencia operativa, sino también la experiencia del cliente, la retención de talento y el crecimiento del negocio.

¿Construir, comprar o renovar?

El primer dilema estratégico que plantea el informe gira en torno a las tres vías principales de modernización:

  1. Construir soluciones personalizadas: esta opción ofrece control total, adaptación precisa al modelo operativo propio y un sistema sin código heredado. Sin embargo, requiere inversiones importantes, talento altamente capacitado y una arquitectura moderna que debe ser mantenida en el tiempo.

  2. Comprar plataformas comerciales: las soluciones off-the-shelf brindan acceso rápido a tecnologías probadas, metodologías modernas y soporte continuo. La modularidad de estas plataformas permite implementaciones progresivas. No obstante, pueden surgir limitaciones en términos de personalización o integración con sistemas existentes.

  3. Actualizar los sistemas existentes: una solución intermedia que permite avanzar de forma gradual y con menor riesgo. Aunque puede limitar las ganancias totales en eficiencia o agilidad, es una estrategia válida cuando los recursos son acotados o el sistema actual aún tiene valor por extraer.

La elección entre estas opciones dependerá de múltiples factores: el tamaño de la aseguradora, su estructura tecnológica actual, la urgencia del cambio y la claridad en la visión de negocio.

Claves del éxito: más allá de la tecnología

Según McKinsey, uno de los principales errores de las aseguradoras es encarar la modernización como un proyecto puramente tecnológico. Para lograr un verdadero cambio es imprescindible que las áreas de negocio y tecnología trabajen de forma coordinada desde el inicio.

La redefinición de procesos debe estar guiada por objetivos comerciales, no por limitaciones técnicas. Los líderes de negocio tienen que estar involucrados en las decisiones clave y en la gestión del cambio. También se destaca la importancia de contar con equipos multifuncionales, con metodologías ágiles y una cultura de colaboración.

Otro punto central es la incorporación de tecnologías emergentes: la nube, la inteligencia artificial y el análisis avanzado de datos ya no son diferenciales, sino requisitos para competir. Estas herramientas permiten automatizar procesos, mejorar la toma de decisiones y ofrecer experiencias personalizadas a los clientes.

Elegir al socio correcto

La elección de un proveedor tecnológico también es crítica. La plataforma debe ser capaz de integrarse con el ecosistema digital existente y estar diseñada para evolucionar con el tiempo. Algunas aseguradoras optan por trabajar con múltiples proveedores para distintos módulos (facturación, siniestros, pólizas), mientras que otras prefieren una solución integral. En cualquier caso, la flexibilidad, la escalabilidad y la seguridad son criterios innegociables.

Perspectiva global: un mosaico de estrategias

El informe ofrece un panorama interesante sobre cómo las aseguradoras abordan esta transformación en distintas regiones:

  • Estados Unidos: Las aseguradoras están divididas. Algunas avanzan hacia soluciones personalizadas, mientras que otras prefieren plataformas comerciales. Todavía existe un debate fuerte sobre cuál es la mejor estrategia.

  • Europa: La mayoría de las aseguradoras opta por plataformas comerciales, aunque muchas aún encuentran difícil construir un caso de negocio convincente para una modernización completa.

  • Japón: A pesar de que muchas aseguradoras líderes aún operan con sistemas mainframe, hay un impulso creciente por migrar a la nube. El desafío aquí radica en las regulaciones locales y la necesidad de mantener sistemas legacy mientras se avanza hacia lo digital.

La ruta recomendada

McKinsey sugiere a las aseguradoras seguir un enfoque progresivo, anclado en el negocio y orientado a resultados medibles. Esto incluye definir una visión clara del sistema core futuro, priorizar iniciativas por valor generado, estructurar equipos interdisciplinarios, y asegurar una gobernanza ágil que permita tomar decisiones rápidas.

Asimismo, la consultora recomienda no perder de vista el equilibrio entre riesgos y beneficios: una modernización mal planificada puede generar pérdidas significativas, mientras que una estrategia bien ejecutada puede posicionar a la aseguradora como líder del mercado.

Conclusión

Modernizar los sistemas core es una tarea compleja, pero no opcional. Se trata de una inversión estratégica que permitirá a las aseguradoras generales adaptarse al nuevo paradigma digital, responder con mayor agilidad a las demandas del mercado y posicionarse como líderes en una industria en constante transformación.

Como resume McKinsey, aquellas aseguradoras que logren transformar su núcleo operativo con visión y disciplina estarán mejor posicionadas para ganar en el futuro del seguro.