Tras la noticia de que unos 34 millones de vehículos en todo el mundo podían estar equipados con airbags defectuosos, los fabricantes organizaron un inmediato recall de las unidades para reemplazar el sistema de airbags, tal como relata una nota de La Nación.
La falla, que involucraba a diez fabricantes, estaba en el módulo de inflado de los airbags de la firma Takata, un cartucho de metal con gases propelentes, que podía explotar en caso de un accidente esparciendo esquirlas por todo el vehículo.
Pronto la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) decidió que los fabricantes realizaran un inmediato recall de las unidades potencialmente peligrosas para reemplazar el sistema de airbags.
Aunque, algunos fabricantes ven los recalls como una mala publicidad, más allá del marketing los recalls son beneficiosos tanto para los usuarios como para los empresarios.
Para los primeros porque le reponen las piezas e incluso se las reemplazan por otras de mejor calidad y para los fabricantes también, porque más allá de las fallas, demuestran responsabilidad hacia sus clientes, hacia el desarrollo de elementos tecnológicos más eficientes y mejorar el parque automotor con vehículos mucho más seguros y confiables.