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Advierten que la brecha salarial entre hombres y mujeres supera el 20%

El informe, que abarca el escenario respecto a la exposición a riesgos, cobertura, accidentabilidad y litigiosidad, marca que la participación de hombres y mujeres en el mercado laboral continúa estructuralmente condicionada por el género.

Los hombres cobran un salario 20,2% mayor que las mujeres. El salario bruto promedio de trabajadores de unidades productivas es de $51.203, y el de las trabajadoras de $42.585. Las explicaciones se encuentran en la concentración de mujeres en sectores económicos como administración pública, defensa y seguridad social, enseñanza y comercio.

Los estereotipos continúan reproduciéndose en la división de tareas en el mundo del trabajo. La división entre las actividades masculinizadas, en sectores como la construcción, la minería, las manufacturas, el transporte y el agro permanecen concentradas en los hombres. En tanto que, los sectores de servicios, fundamentalmente en sanidad y educación, son en los que se centralizan las mujeres. La naturalización de las tareas de cuidado, confección de prendas de vestir, tareas domésticas sigue teniendo correlación con lo que sucede en el plano laboral.

 

En términos generales la población de varones es más joven, más heterogénea en su distribución por actividad económica y mantienen esa heterogeneidad a lo largo de todas las edades, lo que no ocurre con las mujeres. Hay 4 actividades que concentran el 58,5% de las trabajadoras. El 29,5% de las mujeres registradas y cubiertas se concentra en administración pública, defensa y seguridad social obligatoria, el 13% en Servicios de hogares privados que contratan servicio doméstico, el 12,4% en Enseñanza y un 3,6% en salud humana y servicios sociales.

La construcción de edificios y sus partes modifica el escenario de manera concluyente. Las mujeres cobran en promedio un 40% más que los hombres. Sin embargo, hay 20 hombres cada 1 mujer, y representa el 0,3% de las mujeres cubiertas.

En el 3° trimestre de 2019 fallecieron 141 trabajadores por accidentes laborales: 120 hombres (85,1%) y 21 mujeres (14,9%). El 90,5% de los casos mortales de trabajadoras mujeres fue accidentes in itinere, mientras que en la población de hombres el 54,2% fue por accidentes de trabajo, y el 45,0% por accidentes de trayecto.

Se notificaron un total de 17.204 juicios al Registro Nacional de Litigiosidad. En el 79,9% de los casos los demandantes son hombres, y de éstos, prácticamente el 100,0% son trabajadores de unidades productivas. El 29,2% de los expedientes judiciales en los que la demandante es una trabajadora, la contingencia reclamada es por un accidente in itinere, y en el 40,8% de los casos es por accidentes de trabajo. En los hombres las demandas por accidentes de trabajo representan el 53,4% de los juicios, mientras que por accidentes in itinere el 15,5%.

Cobertura del sistema de riesgos del trabajo

En el mes de septiembre de 2019, la población cubierta por el Sistema de Riesgos del Trabajo -trabajadores asalariados registrados-, está compuesta por un 42,3% de mujeres y un 57,7% de varones. El 99,8% de los trabajadores varones se concentra en unidades productivas, mientras que en las mujeres la distribución es diferente: un 87% trabaja en unidades productivas, y un 13% en casas particulares.

El 29,5% de las mujeres registradas y cubiertas se concentra en Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria1, el 13% en Servicios de hogares privados que contratan servicio doméstico, el 12,4% en Enseñanza2
y un 3,6% en Salud humana y servicios sociales. Estas 4 actividades concentran en 58,5% de las trabajadoras trabajando en Servicios Sociales. Se suma un 9,8% de trabajadoras en Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas, y apenas un 5% Industria manufacturera.

Podemos ver que en la población de varones, la distribución por actividades económicas es más heterogénea. Aun cuando Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria es la actividad con más trabajadores cubiertos -acumula el 18,7% del total-, un 16,6% trabaja en Industria manufacturera, un 13,3% en Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas, un 9,2% en Servicio de transporte y almacenamiento, un 7,8% en Construcción.

Si se considera longitudinalmente la cobertura según la edad de los trabajadores y su concentración en las diferentes actividades económicas, se observa que en el mes de septiembre de 2019, el 46% de las mujeres entre 16 y 19 años trabaja en Servicios de alojamiento y servicios de comida (31%) y Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas (15%). A medida que avanza la edad se desplazan al sector de Administración pública, Servicios de hogares privados que contratan servicio doméstico y Enseñanza, de tal forma que a partir de los 35 años estas 3 actividades concentran más de la mitad de la población de mujeres registradas.

En términos generales la población de varones es más joven que la de mujeres, más heterogénea en su distribución por actividad económica, y a diferencia de éstas, mantienen esa heterogeneidad más o menos constante a lo largo de todas las edades. El 16% de los varones inician su vida laboral en Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, el 14% en Construcción. Es mayor la proporción de jóvenes que trabajan en estas actividades riesgosas, que la proporción de varones de más edad. Sumado a los riesgos propios del sector, su juventud es en sí otro factor de riesgo que los hace más proclives a sufrir accidentes de trabajo, dado que a esta edad no han alcanzado a recibir la cualificación y formación necesaria, ni cuentan con experiencia laboral.

Si nos enfocamos en el aspecto salarial, en términos generales la brecha entre hombres y mujeres -asalariados registrados- en el mes de septiembre de 2019 alcanza el 20,2%: mientras que el salario bruto promedio del total de trabajadores de unidades productivas es de $51.203, el de las trabajadoras de unidades productivas es de $42.585. En este punto es necesario aclarar que aunque no se encuentra disponible la información salarial de trabajadores de casas particulares, si consideramos las remuneraciones mínimas estipuladas por ley3 y la concentración de mujeres en esta actividad, podemos anticipar que la diferencia salarial es aún mayor que la observada.

Uno de los factores que explican estas diferencias, es la concentración de mujeres trabajando en sectores económicos como Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria, – aglutina el 29,5% de las mujeres y cobran un promedio de $ 48.322-; Enseñanza – 12,4% de la cubiertas cobran un promedio de $ 31.304 -; y Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas – 10% cobran un promedio de $ 35.432-.
En este punto es necesario recalcar que: este informe tiene como universo de análisis a los trabajadores asalariados registrados y con cobertura; que no contamos con información actualizada y consistente de su ocupación, que permita establecer comparaciones diferenciales y contextualizar la desigualdad salarial por puestos de trabajo; que se desconoce la cantidad de horas diarias trabajadas que nos podría informar del salario promedio por horas; y que no es objetivo de este informe abordar la complejidad de las brecha salarial por género.

Realizada la aclaración, ofrecemos en el anexo un cuadro con las actividades económicas a 3 dígitos de la revisión 4, ordenada según mayor cobertura total, y la información para hombres y mujeres de: la cobertura y el porcentaje que representa en cada grupo, el salario promedio, la diferencia salarial en términos porcentuales – mujeres respecto de varones-, y el índice de masculinidad – o cantidad de hombres por mujer- para cada actividad económica en el mes de septiembre 2019. Este cuadro permite analizar la estructura del mercado laboral por género y las diferencias salariales brutas al interior de estas actividades, con mayor detalle.

Así podemos observar que la actividad que mayor número de trabajadores tiene es Servicios de la Administración pública, que es una actividad donde el número de mujeres es mayor – 0,8 hombres por mujer-, que representan el 30,2% de las mujeres cubiertas, y que las mujeres cobran el 8% menos que 3. Las remuneraciones mínimas mensuales por ley a partir del 1° de agosto de 2019, van de $15.244,5 a $20.831,5

Como ya se mencionó, esta actividad concentra gobiernos provinciales y municipales, que en su carácter de empleadores gestionan áreas de educación, salud, fuerzas policiales, administración pública, etc.. Enseñanza Inicial y primaria es la segunda actividad con mayor cobertura, concentra el 9,4% de las mujeres cubiertas, y el 2,1% del total de varones cubiertos. Siendo la relación de 0,3 hombres por mujer y una actividad históricamente femineizada, en el mes de septiembre de 2019 no se observan diferencias salariales significativas. Dentro de esta actividad se encuentran principalmente empleadores de Enseñanza Inicial y primaria de gestiones privadas.

La actividad Enseñanza superior y formación de posgrado, es la sexta con mayor cobertura, y una de las más igualitarias en relación con la cantidad de hombres y mujeres cubiertos, y el salario bruto percibido: con 0,9 hombres por mujer, la población femenina cobra en promedio un 4% menos que la población de trabajadores varones.

En el puesto 22 encontramos servicios de hospitales: con un índice de masculinidad de 0,4 hombres por mujer, las casi 63.512 mujeres registradas cobran 9% menos que los 24.933 varones ocupados y cubiertos en esta actividad. Cabe señalar que los empleadores de servicios y hospitales tiene en su nómina médicos, pero también enfermeros, auxiliares, personal de limpieza, etc., ocupaciones que suelen ser llevadas a cabo por mujeres, y cuyo sueldo es inferior al de los médicos.

Como contrapartida podemos observar que Servicios de transporte automotor es la cuarta actividad con mayor cobertura, y concentra el 5% de los trabajadores cubiertos, y apenas el 0,5% de las mujeres. La relación es de 17 hombres por mujer, y la diferencia salarial muestra que en promedio las mujeres cobran el 24% menos que los varones. En séptimo lugar encontramos Servicios de expendio de comidas. La cantidad de mujeres y varones en este sector representan en cada grupo el 2,2% y 1,9% respectivamente, y las mujeres cobran un 13% menos.

Otra actividad que resulta interesante analizar es Construcción de edificios y sus partes. Con 20 varones cada 1 mujer, representa el 3,7% del total de trabajadores cubiertos, y apenas el 0,3% de las mujeres con cobertura. Sin embargo, esta ocupación históricamente masculina, muestra que en el mes de septiembre de 2019 las mujeres cobran en promedio un 40% más que los hombres.

Podemos suponer que la mayor parte de los trabajadores de esta actividad son obreros -albañiles, pintores, plomeros etc.- y una porción menor son profesionales; mientras que en la población femenina el mayor porcentaje, sino todas, son profesionales –arquitectas, ingenieras, diseñadoras o contadoras. Algo similar ocurre en las actividades de: cría de animales, Construcción de obras de ingeniería civil n.c.p., Construcción deproyectos de servicios públicos, Instalaciones para edificios y obras de ingeniería civil.

Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales notificados

En el 3° trimestre de 2019 el 70,6% del total de casos notificados, afectaron a la población de varones, mientras que el 29,4% restante involucró a una trabajadora mujer. Mientras que los accidentes en ocasión de trabajo explican el 69,8% de los casos notificados porvarones, en las mujeres cobran mayor relevancia los accidentes de trayecto: el  32,6% de los accidentes de mujeres es in itinere.

La edad promedio al accidentarse o enfermarse en hombres es de 37 años, y en las mujeres es de 40,3 años: El 80% de los casos notificados de mujeres corresponde a edades entre 25 y 54 años, mientras que en el 73% de los casos en los que el accidentado fue un hombre, las edades iban de 20 a 44 años. Es decir que de la población expuesta masculina, que ya se mencionó que es más joven que la femenina, se accidentan los trabajadores más jóvenes. Mientras que en la población femenina, los rangos de edad donde más accidentes se producen, coinciden con los de mayor población cubierta.

En los varones se observan desequilibrios entre la participación porcentual de los trabajadores cubiertos y los casos notificados. Se destacan el sector de la Construcción con el 7,8% de los trabajadores cubiertos, y el 13,3% de los casos notificados; e Industrias manufactureras con el 16,6% de los cubiertos y en 22,7% de los casos notificados. En las mujeres se observa este desequilibrio en la actividad Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria, en donde se concentran el 29% de las trabajadoras cubiertas, y se ocasionan el 36,6% de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Al comparar el promedio trimestral del salario bruto de los trabajadores cubiertos, con el promedio de salario bruto de los accidentados en el mismo trimestre, se observó que los varones y mujeres que se accidentaron o enfermaron durante el 3° trimestre de 2019, percibieron un salario bruto promedio menor al que cobraron los trabajadores cubiertos del mismo sector económico. Hay una única excepción para ambos grupos: el salario de los que trabajan en enseñanza es un 2% superior en las mujeres accidentadas, y un 9% superior en varones accidentados, respecto del promedio de los trabajadores cubiertos del mismo sector.

También pudo verse que las trabajadoras más jóvenes –de entre 16 y 24 años- que sufrieron algún siniestro laboral, cobraron un salario bruto promedio mayor al que percibieron los trabajadores cubiertos del mismo rango de edad. Esta tendencia se invierte en los grupos etarios subsiguientes: a partir de los 25 años las trabajadoras accidentadas, cobraron en promedio un salario bruto menor que el que percibió el grupo de las cubiertas de la misma edad. En el grupo de varones se observa la misma tendencia a partir de los 20 años. El porcentaje de casos con secuelas incapacitantes en la población masculina (6,1%), duplica al de la población femenina (3,0%).

Durante el 3° trimestre de 2019 fallecieron 141 trabajadores por accidentes laborales: 120 varones (85,1%) y 21 mujeres (14,9%). El 90,5% de los casos mortales de trabajadoras mujeres fue accidentes in itinere, mientras que en la población de varones el 54,2% fue por accidentes de trabajo, y el 45,0% por accidentes de trayecto.

Fuente: argentina.gob.ar

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