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Una vez más, los bosques argentinos sin presupuesto

Slash and burn for subsistence agriculture in Northern Zambia

Desde Fundación Vida Silvestre Argentina expresaron su preocupación al conocerse  El Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del año 2018 enviado al Congreso. El mismo asigna apenas 550 millones de pesos para la protección de todos los bosques de la Argentina, apenas el 6.5% de lo estipulado por la Ley de Bosques.

En los últimos días, el Ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, presentó ante el Congreso el «Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del año 2018«.  En el artículo 16 del mismo se asignan 556 millones de pesos al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos, en virtud de lo establecido por Ley N° 26.331. Sin embargo, el monto estipulado corresponde apenas al 6.5% de lo que debiera asignarse a la protección de nuestros bosques si se cumpliera la ley.

La Ley Nº 26.331 (la comúnmente conocida como Ley de Bosques) es clara. En su artículo 31 estipula que el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos estará integrado por las partidas presupuestarias que no podrán ser inferiores al 0.3% del presupuesto nacional. Ese 0.3% para 2018 debiera ser de 8.700 millones de pesos, una cifra muy superior a los 560 millones estipulados en este proyecto. El Fondo también debiera recibir el 2% del total de las retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la agricultura, ganadería y sector forestal, correspondientes al año anterior del ejercicio en consideración.

Lo único que estamos pidiendo es que se cumpla la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos. Sin el adecuado estímulo  financiero previsto por la Ley de Bosques las provincias se ven imposibilitadas de fortalecer, de manera apropiada, su capacidad de fiscalización, control y vigilancia. Por otro lado los propietarios de áreas con bosques nativos no  reciben estímulos para desarrollar el uso sustentable o compensaciones por las áreas que deben destinarse exclusivamente a la conservación. Mientras el gobierno de turno desoye el pedido de la sociedad,  la deforestación  continúa, se pierden bosques, biodiversidad, servicios ambientales y oportunidades de  un real desarrollo sustentable” explica Manuel Jaramillo, director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.

A partir de la difusión de esta información, desde Fundación Vida Silvestre Argentina mostraron su preocupación frente a la reiteración de una situación que se genera cada año desde la sanción de la Ley de Bosques. Los más de 50 millones de hectáreas de bosques nativos, declaradas por la sumatoria de las provincias argentinas en sus leyes de ordenamiento territorial no pueden cuidarse con un presupuesto de 556 millones de pesos al año. En definitiva estamos pensando que 10 pesos alcanzan para cuidar una hectárea de bosque un año completo.

Desde su implementación, la Ley de Bosques nunca pudo contar con su presupuesto completo, y recibió menos del 10% del presupuesto que les correspondería.

Entre 2010 y 2017 los bosques recibieron 2.481 millones de pesos en vez de los 27.440 millones que le correspondía. Apenas el 9% de lo estipulado por la ley. El proyecto de Presupuesto 2018 continúa con esta tendencia asignando apenas el 6.58 de los 8.700 millones de pesos que le correspondería. Mientras se discute  el Proyecto de Ley de  Presupuesto General de la Administración Nacional para el ejercicio 2018, es fundamental que el reclamo por nuestros bosques sea escuchado y que éstos puedan contar por primera vez con el presupuesto que la ley estipula. La ventaja de este proyecto de ley es que en su artículo 53 crea el Fondo Fiduciario para la protección ambiental de los bosques nativos que debería contribuir a la agilidad de implementación de los escasos fondos asignados», expresa  Jaramillo.

Además de la necesidad presupuestaria, desde Vida Silvestre sostienen que se debe lograr que se incrementen y respeten las zonas rojas donde la tala de nuestros bosques nativos restantes está estrictamente prohibida, para cumplir la meta internacional de proteger el 17% de nuestros bosques que son fuente de biodiversidad y servicios ecosistémicos.

Los bosques concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta. Al mismo tiempo, funcionan como reservorio de dióxido de carbono (uno de los principales gases que causan el efecto invernadero), al punto tal que, cerca de un 20% de las emisiones globales de estos gases, provienen de la deforestación y la degradación de bosques. A su vez, aportan a las poblaciones cercanas fuentes de proteínas, plantas medicinales, materiales para la construcción y combustible en forma directa. Y, en forma indirecta, contribuyen a la conservación de las fuentes de agua, la prevención de inundaciones y protección para los suelos.

El Gobierno Nacional tiene la responsabilidad de implementar la Ley de Bosques y asignar el total del fondo legalmente previsto, dando así una clara señal a la sociedad argentina de la importancia que debe tener como política de Estado la conservación y uso sustentable de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos para el bienestar de las generaciones presentes y futuras», concluye Jaramillo.

La situación de los bosques nativos en la Argentina

En la Argentina, los bosques nativos están en proceso de degradación por la deforestación. Desde 1990 en la Argentina perdimos al menos 7,6 millones de hectáreas de bosques nativos, el equivalente a la provincia de Formosa. Un bosque degradado es un bosque que pierde su diversidad biológica, las posibilidades de sostener actividades económicas, y que ese ambiente provea servicios ambientales como la regulación del clima y del agua.

Para entender la importancia de nuestros bosques hace falta saber que cada hectárea de la selva misionera atesora, al menos, 189,5 toneladas de dióxido de carbono, principal gas responsable del Cambio Climático. Nuestro país posee un reservorio invaluable de dióxido de carbono en sus bosques. Así, se estima que los bosques nativos que quedan en la Argentina resguardan 9.300 millones de toneladas de CO2, lo suficiente para compensar las emisiones de los autos, camiones, aviones, usinas, industrias, ganado y cultivos argentinos en 18 años, según cálculos del hoy Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Y cada vez más, los estamos dejando desprotegidos.

Actualmente se conserva el 27% de la superficie originalmente ocupada por bosques nativos, lo que significa que la Argentina está en una verdadera emergencia forestal. La ley de Bosques no impide más desmontes. Establece zonas rojas, donde la tala está prohibida; zonas amarillas, donde también está prohibida la tala y se autoriza un uso sustentable del recurso, y zonas verdes, donde el cambio de uso de la tierra  puede autorizarse a avanzar sobre los bosques. Uno de los trucos utilizados por las provincias para  no cumplir con la Ley ha sido el cambio de la zonificación para autorizar la expansión de emprendimientos agrícolas y ganaderos.

Hay una conexión íntima entre la deforestación y el cambio climático: en la Argentina provocó el 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según consta en el último inventario de emisiones.