Un proyecto anunciado el pasado 28 de enero por el Ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich advirtió que los trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tendrán instalado el sistema de frenado automático ATS (sigla en inglés de Automatic Train Stop), el mismo permite detener las formaciones en situaciones extremas y sin la participación del maquinista.
Tras las últimas tragedias de Once y Castelar que dejaron un saldo de 54 muertos, este mecanismo tiene como objetivo principal evitar accidentes fatales. Aquellos trenes que crucen una señal en rojo o que ingresen en una estación a una velocidad más elevada de lo permitido detendrán su marcha sobre las vías con el fin de evitar accidente, tal como detalla una nota de La Nación.
[box type=»note»]El proyecto contempla una inversión total de 250 millones de dólares que saldrán del Tesoro nacional y de organismos internacionales con los que el Gobierno está negociando. Las 1700 formaciones que circulan a diario en la ciudad de Buenos Aires y el área metropolitana irán incorporando el ATS en forma progresiva, y se espera que para 2020 la totalidad de los trenes cuente con el dispositivo.[/box]La decisión de introducir estas mejoras, según contó Dietrich, se tomó en los últimos días de 2015, después de analizar varias opciones. Del equipo de trabajo participaron representantes de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adifse), de la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (Sofse), de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) y del Ministerio de Transporte de la Nación.
[box type=»note»]Además, la modernización pretende mejorar las condiciones laborales de los 23.000 trabajadores de las ocho líneas del AMBA. De ellos, 20.000 se dedican a la operación diaria entre conductores de trenes eléctricos, maquinistas de locomotoras, ayudantes de conducción, guardas, señaleros, operadores de Control de Trenes, auxiliares, personal de estaciones y cuadrillas de mantenimiento.[/box]De esta manera, los motorman recibirán una capacitación sobre el funcionamiento del ATS, aunque muchos de ellos ya conocen el sistema porque forma parte de los conocimientos que deben incorporar antes de subirse a un tren.
Por último, las bobinas entre los rieles y los sensores en las locomotoras ya comenzaron a instalarse, y en un plazo estipulado de 45 meses debería estar operativo en las ocho líneas metropolitanas. Serán unas 1700 las formaciones adaptadas y alrededor de 1500 kilómetros de vía, que representan una red de 815 kilómetros, aún más seguras que los trenes actuales, mejorados tras la muerte de 54 personas.