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Tras una década de reformas, la economía turca atraviesa dificultades para mantener el ritmo 

Durante los últimos 10 años, la economía turca ha presentado una tasa media de crecimiento de un 4,9%, impulsado por el consumo doméstico. En el período posterior a la crisis financiera mundial, Turquía se benefició particularmente de las condiciones internacionales de liquidez a bajo costo para la financiación del consumo doméstico y los gastos de inversión. Sin embargo, la recuperación de la economía de Estados Unidos y la estrategia de salida de la Reserva Federal, han impulsado la economía mundial hacia una nueva fase tal como lo publica el Informe de Coface.

Turquía tasas de inversión y ahorro (% del PBI)

turquia economiaLa capacidad para fabricar productos de alto valor añadido, con la finalidad de incrementar los ingresos de exportación, es otro de los retos de la economía turca. La diversificación y sofisticación de las exportaciones turcas se han convertido en un tema problemático, en línea con los crecientes riesgos del mercado tradicional de la exportación turca.

La última década mostró que la economía turca no puede crecer sin aumentar su déficit por cuenta corriente. La principal fuente del déficit externo está en la balanza comercial. El hecho de que la mayoría de las exportaciones turcas tengan un nivel medio tecnológico, contribuye a esta situación, y esto reduce su competitividad. Los productos turcos que incorporan un alto nivel de investigación y desarrollo representan el 3% del total de las exportaciones. La sofisticación de la exportación turca continúa siendo limitada, lo que supone una barrera para el incremento del volumen y el valor de sus exportaciones. Esto parece ser una de las razones del estancamiento de las exportaciones turcas durante el 2014 y principios de 2015, tras el crecimiento que venía experimentando desde 2002,” dijo Seltem İYİGÜN, Economista de Coface para Medio Oriente y África del Norte.

Los sectores textil y de confección son dos de los más afectados por el desarrollo de la economía global, ya que las tensiones regionales están influyendo también sobre las exportaciones de las compañías turcas del sector. Coface ha elevado la evaluación de riesgo del sector textil de “medio” a “alto”, debido principalmente al impacto restrictivo de la fortaleza del euro en los ingresos de las exportaciones; al incremento de los costos de importación y producción; a la frágil recuperación de Europa, su principal mercado; a las pérdidas registradas en Ucrania y Rusia y finalmente al deterioro del comportamiento de pago de las empresas.

El sector farmacéutico es sólido, a pesar de las fuertes regulaciones y los bajos márgenes de rentabilidad. Coface evalúa el nivel de riesgo del sector como bajo. El sector se beneficia de la facilidad ofrecida a los ciudadanos turcos para acceder a los servicios de salud, el alto ingreso per cápita y el gasto farmacéutico per cápita. Aunque el sistema de referencia de precios pone bajo presión a los mismos, restringiendo la inversión en nuevas tecnologías, el sector aún dispone de fuertes cimientos. El cobro de las deudas es estable, y tampoco se han registrado retrasos en los pagos por parte del estado.

Los principales riesgos sectoriales

  • Sector Metalúrgico (excluyendo el hierro y el acero): Nivel de riesgo muy alto. La dependencia de las importaciones con respecto a la materia prima, el descenso de los precios de los productos básicos y el impacto negativo de la volatilidad del tipo de cambio sobre los costos de los préstamos, son los principales riesgos que enfrentan las empresas. Algunas de ellas también están sufriendo deterioros en su flujo de efectivo, debido a la fortaleza de algunas divisas.
  • Sector automovilístico: Nivel de riesgo medio. Las ventas se incrementaron fuertemente a principios de 2015, seguidas de una contracción del 10% en 2014. Las empresas de este sector generalmente gozan de una economía sólida, la cual reduce el riesgo relativo al riesgo de impago.
  • Sector Alimenticio: Nivel de riesgo medio. El mayor riesgo de los productores de alimentación es el alza de los costos de producción, debido a las duras condiciones climatológicas desde comienzos de 2015. Los pequeños y medianos productores se han visto particularmente afectados por este incremento de los costos.
  • Sector de la Construcción: Nivel de riesgo muy alto. El aumento de los tipos de interés del Banco Central a principios de 2014, la débil actividad económica y el aumento de la inflación, han dado como resultado un descenso en la demanda del segmento inmobiliario. Los bajos costos de los préstamos y la estabilidad del mercado laboral, dos de los factores más importantes que impulsaron las ventas de viviendas en el pasado, quizá no sean tan propicios para el sector en el próximo periodo.