El pasado 8 de agosto, en Quilmes un policía fue atropellado y arrastrado más de cuatro cuadras por el auto de un hombre que quiso esquivar un control de alcoholemia y chocó a diez vehículos, tal como señala una nota de Clarín.
La víctima del hecho ocurrido en la esquina quilmeña de Brown y Garibaldi, frente al boliche Ink, es el subcomisario Carlos Bruzzo, de la Comisaría Primera de Quilmes, quien resultó con fractura expuesta de tibia en la pierna derecha y luxación de hombro derecho.
Durante su escape, el joven conductor atropelló al subcomisario, a otros dos policías y a un empleado municipal de Tránsito. El subcomisario, se sujetó con la pierna izquierda sobre el capó del auto del fugitivo. Bruzzo se encuentra internado en un sanatorio porteño y será operado.
«A la media cuadra choca con un auto y ahí se desprende de las otras tres personas. Pero lamentablemente Bruzzo sigue arriba del capó porque cerró la ventanilla y quedó aprisionada la mano y lo lleva cuatro cuadras y media. En ese camino fue embistiendo 10 autos que estaban estacionados porque venía pegando volantazos. Embistió finalmente con una camioneta Eco Sport», aseguró Sergio Godoy, titular de la Comisaría Primera en declaraciones a la radio local, según una nota de Infobae.
El conductor del vehículo está detenido en la Comisaría Primera de Quilmes, acusado de “tentativa de homicidio”.
Un hecho parecido ocurrió el 21 de julio pasado en Mar del Plata, (ver nota), en el que un joven evadió un control de alcoholemia y atropelló y mató a un policía.