Según el informe Valorando los Ríos, publicado por la Organización Mundial de Conservación (WWF por sus siglas en inglés) a la que Fundación Vida Silvestre Argentina representa en nuestro país, la estrecha visión tradicional de los ríos como fuentes primordiales de agua y energía pone en riesgo otros beneficios esenciales, desde la pesca de agua dulce hasta su papel como una defensa natural contra las inundaciones, además de los flujos de sedimentos que mantienen a los deltas del mundo por encima del nivel de los crecientes mares.
Junto con su papel central en muchas culturas y religiones, el informe muestra que los ríos saludables, particularmente los ríos libres, proporcionan una gama de beneficios extremadamente valiosos, y cada vez más vulnerables, para las personas de todo el planeta:
- 2 mil millones de personas dependen directamente de los ríos para beber agua.
- 500 millones de personas viven en deltas que solo pueden ser sostenidos por los sedimentos de los ríos.
- El 25% de la producción mundial de alimentos depende de su agua.
- Al menos 12 millones de toneladas de peces de agua dulce son capturados cada año, proporcionando alimentos y medios de subsistencia a decenas de millones de personas.
Debemos ser conscientes de la importancia de los ríos, no sólo como proveedores de agua y alimento, sino también por su capacidad de mitigar desastres naturales como inundaciones o sequías. Los ríos son fundamentales para nuestras sociedades, bienestar y economías, pero lamentablemente no les damos el valor que requieren. Es nuestra responsabilidad trabajar para protegerlos ya que son esenciales para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible”, afirma Fernando Miñarro, Director de Conservación y Desarrollo Sustentable de Vida Silvestre.
Con los ríos bajo la creciente presión del desarrollo de represas, el cambio climático y el aumento de la demanda de agua para regar cultivos y abastecer a las plantas de energía hidroeléctrica, el informe proporciona un nuevo marco para mejorar la forma en la que las sociedades miden, valoran y promueven los diversos beneficios de los ríos, y ofrece soluciones para apoyar una mejor gestión y toma de decisiones.
En nuestro país, el Río Santa Cruz, de 385 kilómetros de longitud, es el último río de la Argentina en correr libre desde la Cordillera de los Andes hacia el Mar Argentino y se encuentra gravemente amenazado por el proyecto de construcción de las Represas hidroeléctricas Kirchner-Cepernic. Fue identificado por WWF Internacional como uno de los 177 ríos libres del mundo, ya que se trata de un gran ecosistema con poca modificación humana, que provee hábitat clave para animales y garantiza la supervivencia de personas y naturaleza” concluye Miñarro.
El informe demuestra cómo este limitado enfoque ha generado un alto costo a nivel global y podría resultar en pérdidas económicas aún mayores en el futuro. El 19% del PIB mundial proviene de las cuencas hidrológicas con un riesgo hídrico alto o muy alto, mientras que la mayoría de los grandes deltas del mundo, incluidos el Ganges, el Indo, el Mekong, el Nilo y el Yangtzé, se hunden y se encogen.
A su vez, el informe destaca el papel potencial de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y la detección remota, que ofrecen una serie de alternativas prometedoras para mejorar la forma en que medimos el agua y los sistemas fluviales. Las mejoras en los métodos para valorar el agua, cuantificar los servicios de los ecosistemas y evaluar las posibles repercusiones también brindan nuevas oportunidades. Finalmente, el informe recomienda el desarrollo y fortalecimiento de instituciones eficaces para la gestión del agua y su gobernanza, con funciones para los gobiernos, las empresas y las instituciones financieras, con el fin de garantizar que se tomen las mejores decisiones conjuntas y que el progreso sea sostenible.
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