Por John G. Bruno, COO de Aon y CEO de Aon Data & Analytic Services.-
La industria de seguros y gestión de riesgos debe adoptar la innovación para mantener su relevancia para los clientes luego de la dislocación creada por la nueva pandemia de coronavirus (COVID-19). Está claro que las nuevas tecnologías, y específicamente los avances en digitalización, representan la plataforma de lanzamiento obvia para soluciones innovadoras que ayudarán a nuestros clientes a gestionar mejor el riesgo y cerrar la brecha de protección.
Como resultado, InsurTech se ha movido rápidamente junto con FinTech para los inversores y están acudiendo en masa a nuevas empresas en un número cada vez mayor.
¿Pero podría COVID-19 retrasar la marcha de InsurTech? Los inversores en todas las industrias están en un modo de «esperar y ver». Si bien esperamos un impacto a corto plazo en el financiamiento mientras los inversores esperan una mayor certeza, no anticipo que COVID-19 impactará la tendencia de crecimiento macro para InsurTech.
Las compañías de capital de riesgo están reduciendo sus líneas de crédito porque quieren que las nuevas empresas en las que invierten tengan suficiente efectivo para continuar «inventando» durante la crisis. Es importante destacar que reconocen que la crisis puede estimular potencialmente la innovación que aumenta la resiliencia y promueve la recuperación.
Por supuesto, COVID-19 tendrá un efecto en la economía y en el sentimiento comercial. Pero también es un grito de reunión de innovación para los empresarios e inversores de InsurTech.
En particular, Aon busca de manera proactiva las nuevas empresas propiedad de minorías, que representan la diversidad de nuestra comunidad tecnológica, para buscar oportunidades de prueba de conceptos que respondan a las necesidades de nuestros clientes.
La crisis pandémica global va a desencadenar otro pivote digital, uno que verá el espacio InsurTech atrayendo flujos renovados de inversión de CV y CVC. Las soluciones resultantes ayudarán a resolver las muchas dislocaciones creadas por el brote de COVID-19 y, en última instancia, volverán a imaginar cómo interactúan los consumidores y las empresas con las soluciones de transferencia de riesgos .
