La empresa AON, una de las mayores compañías del mundo en gestión de riesgos, seguros y consultoría, presentó hace unos días el «mapa de riesgo político 2015», en el que califica a la Argentina como de «alto riesgo», informó el Diario La Nación.
Según AON, riesgos «legales y regulatorios», «la injerencia política, la falta de pago y la nacionalización» y el intervencionismo en materia económica son las razones hacen que la Argentina sea un mercado «poco atractivo para el capital privado».
El default no fue inesperado: ya había demoras en los pagos. La persistente intervención en la economía, como el control cambiario y la expropiación de inversiones extranjeras, convierte al país en un mercado poco atractivo para el capital privado, a pesar de ciertas políticas conciliatorias en 2014″, señalan.
Y sostienen que «la voluntad de la Argentina de pagar a sus acreedores es baja y los obstáculos legales de su default técnico podrían afectar el financiamiento doméstico».
El documento de la AON otorga la calificación de «Peligro muy alto» a 20 países, entre los que están Venezuela, Irán, Iraq, Afganistán, Ucrania, Corea del Norte y Somalia.
La Argentina está un escalón por debajo. El país comparte la calificación de «alto riesgo» con Bolivia, Cuba, Madagascar, Zimbabwe, Angola, Congo, Etiopía, Guinea Ecuatorial, Nigeria, Níger, Algeria, Mali, Burkina Faso, Ivory Coast, Liberia, Sierra Leona, Mauritaria, Bielorrusia, Moldavia, Uzbekistán, Turkmenistán, Tajikistán, Kyrgyzstán, Nepal y Myanmar.