Cuando conducimos es primordial estar atentos a los posibles riesgos que pueden existir en la calle. La desconcentración que provoca, por ejemplo, el celular al volante es directamente proporcional a la falta de respuesta ante una decisión inmediata que se debe tomar al volante. Cualquier instante que tome la atención del conductor durante más de dos segundos es demasiado largo teniendo en cuenta la serie de circunstancias imprevistas que genera el tránsito, señala una nota de Infobae.
La mayoría de los accidentes viales son por la distracción del uso del celular mientras se conduce. La atención que demanda la comunicación telefónica distrae al conductor y la tensión que puede provocar el contenido de la llamada o mensaje puede perturbar su tarea de conducir, con la consecuente producción de demoras o errores en las acciones.
Un estudio realizado por el Institute of Advanced Motorists, afirma que «responder mensajes través del celular, mientras se conduce un vehículo, es más peligroso que manejar alcoholizado». En el caso de la marihuana, la atención del conductor se vio afectada en un 21%, mientras que los conductores con la dosis máxima permitida de alcohol en sangre sólo vieron disminuida su capacidad de reacción en un 12,5%.
Otro informe de la Universidad de Wisconsin, muestra que los mensajes de texto al volante pertenecen a un comportamiento de dopamina impulsada. Escuchar que suena el celular provoca una reacción de dependencia alarmante, como si toda nuestra vida dependiera de ese mensaje que acaba de ingresar.