Prevención Seguridad Vial

Mujeres al volante, con foco en la retención infantil en los vehículos

Mujeres al volante es la primera comunidad de mujeres en el mundo de los autos, la cual estuvo presente en la séptima edición del Salón del Automóvil, junto con el especialista en educación vial, Axel Dell Olio, capacitaron a sus seguidoras sobre seguridad vial y la importancia de los sistemas de retención infantil en el stand de la feria automotriz, tal como lo publica Infobae.

Esta comunidad de mujeres surgió en 2008 como un newsletter mensual enviado a una base de datos de mujeres y se transformó lo que hoy se conoce como una comunidad, con más de 45.000 mujeres registradas, que se identifican con el mundo de la mujer y el auto. Junto con especialistas, alertaron sobre la importancia del conocimiento de seguridad vial, ayudando a las mujeres a vencer sus miedos a la hora de manejar.

Mujeres al volante capacitó, brindó información y aconsejó a sus seguidoras sobre el cuidado en los menores. Los niños deben usar los Sistemas de Retención Infantil (SRI) -conocida como la silla trasera-.

Para los bebés, deben usar el llamado huevito, que va orientado hacia atrás para proteger su columna en caso de frenada o impacto. Desde el año -aproximadamente- y hasta los 4, usará el SRI de Grupo 1, colocando el SRI en el auto, ajustándolo con el cinturón de seguridad u otro sistema que traiga el vehículo de fábrica.

Los niños de 4 y 5 años deben utilizar el SRI de Grupo 2 (booster con respaldo), que posee protección lateral; desde los 6 años en adelante, booster sin respaldo.

Si se sientan a los niños en el asiento trasero con el cinturón, su banda superior le pasa por el cuello y la banda inferior le pasa por la panza (órganos blandos), no por los huesos de la cadera (parte rígida).

El cinturón es «inercial», ya que funciona ante el tirón. Si no se produce ese tirón no funciona, queda holgado, entonces el niño de 4 ó 5 años podrá pasar por debajo del cinturón pudiendo salir despedido del vehículo o quedar «suelto» dentro. Se llama «efecto submarino» o «submarinización» y lamentablemente es frecuente, por el desconocimiento en el tema de padres y madres.