Sólo en septiembre del año pasado, México sufrió dos terribles hechos. Primero un terremoto de magnitud 8,2 que fue catalogado como el más fuerte del país en 100 años. Pero, sólo dos semanas después, el 19 de septiembre, volvió a sufrir una sacudida de 7,1 –que quedó grabado como uno de los más mortales de la historia reciente-.
A pesar de que el sismo del 19 fue de una magnitud menor, causó más daños que el del 7. Es que la cercanía con las áreas más pobladas, y en particular de la Ciudad de México, amplificó las ondas sísmicas.
Prevención
Según Inese.es, a diferencia de cualquier otro tipo de evento meteorológico, los terremotos no se pueden predecir. Es por esto que la mejor manera de prevenir los daños materiales es mediante el cumplimiento de las normativas y reglamentos vigentes, relacionados con la construcción de edificios. Así los edificios podrán soportar fuertes vibraciones y movimientos que se producen y reducir los daños.
También es importante disponer de una póliza de seguros que proteja el patrimonio ante las contingencias a las que están expuestos los bienes en un sismo. En México sólo el 10% de las PYMES cuentan con alguna cobertura frente a terremotos. Esta cifra contrasta con el 95% de aseguramiento que disponen las grandes empresas.
Obviamente, es importante promover una cultura de “cómo actuar ante un sismo”. “Las ondas sísmicas se desplazan a una velocidad que permite cierto tiempo de preparación a las ciudades más alejadas”, dicen Juan Miguel Álvarez -Director de RTS International Loss Adjusters en México- y Javier Santibáñez -Coordinador de RTS en España- en la nota de Inese.
Mercado Asegurador en México
Desde el punto de vista asegurador, en México la cobertura suele ser una garantía opcional de las pólizas emitidas por las aseguradoras que operan en el país, y en la mayoría de los casos, para el cálculo de la indemnización, disponen de la aplicación de un coaseguro y un deducible o franquicia. Respecto al coaseguro, el asegurado soporta por su propia cuenta y conforme a la zona sísmica donde se localicen los bienes, un % de aseguramiento, que suele ser de un 10%, 25% o 30% de toda pérdida o daño que sobrevenga a los bienes por el terremoto, es decir, se le transfiere al asegurado un % de su propio riesgo.
RTS International Loss Adjusters en México
En los casos de viviendas habitacionales, es importante para las autoridades, así como para el mercado asegurador, intentar dar soporte a las personas que ocupan dichas viviendas, pues se han quedado literalmente en la calle y normalmente suele ser personas o familias con escasos recursos.
En los casos de empresas y/o industrias, el objetivo se enfoca en intentar reparar los daños estructurales cuanto antes para que se pueda retomar la actividad de nuevo en la empresa o buscar un local alternativo, si la naturaleza del riesgo así lo permite o intentar derivar la producción a otra empresa del sector, con el fin de intentar minimizar dichas pérdidas consecuenciales.