En los últimos años se han multiplicaron las herramientas que tienen las aseguradoras para captar a las nuevas generaciones.
Las aseguradoras saben que si quieren que su masa de clientes millennials aumente no podrán evitar la digitalización. «Quieren la misma experiencia que tienen en una compañía tecnológica, como Google o Facebook, para cualquier plataforma donde entren en su vida diaria», añade Eduardo Iglesias, gerente general de Colón Seguros. Por su parte, Juan Mazzini, analista senior de la consultora Celent, afirma que el impacto de las nuevas tecnologías, además de permitir la inmediatez, habilitará un feedback más constante.
«La distancia con la que miran los jóvenes el sector de los seguros tiene mucho que ver con su situación económica actual y su dificultad para acceder al mundo laboral, pero esta incapacidad presente no significa que no estén predispuestos a tener un seguro si mejoran sus situaciones económicas. De hecho, el nivel de aseguramiento de esta generación va en aumento a medida que se hacen mayores». Así define a sus clientes jóvenes Ariel Crevenna, jefe de Canal Digital de Mapfre.
Mazzini resalta la posibilidad de que los usuarios brinden los datos de sus objetos conectados -desde el auto hasta los wearables como los relojes inteligentes- para que las compañías envíen mensajes o notificaciones con consejos para mitigar riesgos. «De ese modo, por ejemplo, yo podría recibir comentarios sobre la manera en la que conduzco a cambio de que yo mitigue los riesgos y pueda pagar menos por el servicio».
Otro paradigma de los millennials mezclado con la tecnología complicará a las aseguradoras de autos: se trata del paso del dueño al usuario y de la llegada del auto autónomo. Con la irrupción de la inteligencia artificial en el manejo, bajará la rentabilidad y el costo fijo para las compañías, lo que se traducirá en un mercado más concentrado con jugadores más fuertes, explicó a La Nación Guido Cigliutti, director de SectorSeguro.com.
«Hacia 2030 un solo auto por familia bastará para satisfacer todas las necesidades de una familia tipo, porque irá y volverá solo para buscar a los miembros y los llevará a sus respectivas actividades. Por otro lado, el manejo asistido probablemente bajará los riesgos de accidentes y así desaparecerá el seguro contra todo riesgo y quedará el obligatorio, el de responsabilidad civil, de menor valor», dice el ejecutivo.
En tanto, Iglesias resalta que a pesar de que los millennials no son muy propensos a comprometerse de por vida, las ventas están subiendo en determinados productos, los de «término», que aseguran por un período de tiempo. Mazzini destaca el caso de la compañía Trov, nacida en Silicon Valley, que permite a sus clientes asegurar bienes -una guitarra, un teléfono- durante un tiempo determinado con sólo deslizar el dedo en una aplicación para smartphones. «Hoy estos chicos y chicas salen a la calle con un teléfono que puede llegar a costar US$ 1000. Es un cambio de época y de necesidades», afirma el ejecutivo de Celent.