ENTREVISTA 100% SEGURO.- Por estos días, se habla del inicio de un proceso de establecimiento de una nueva Ley de Alquileres, que reemplazará a la 27.551, que se sancionó en 2020 y se está aplicando en este momento.
“La necesidad de su modificación tan pronto responde a que dicha norma no ha traído más que inconvenientes y perjudica a todos los actores: propietarios, inquilinos y corredores inmobiliarios están disconformes con la norma”, explicó a 100% SEGURO Mariano García Malbrán, director ejecutivo de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (CAMESI).
Y, es por ese motivo también que todos los sectores políticos coinciden en la necesidad de establecer una nueva regulación. De hecho, el martillero público opina que, en realidad, se debería de haber modificado hace unos cinco meses. Es por eso que las expectativas son muy buenas respecto de una nueva ley, porque, tal como asegura García Malbrán, “fue tan perjudicial, que todo cambio será para mejor”.
Sin embargo, en lo que respecta al mercado asegurador, la Ley de Alquileres vigente abrió un escenario interesante en materia del negocio de garantías para las compañías de seguros de caución (ya sean monorrámicas o no). Y es que estableció una reglamentación para la utilización de este tipo de respaldos en las operaciones de locación, entre otras alternativas.
Eso incentivó el negocio y le dio un marco normativo, sumando mucha más oferta de coberturas en góndola y con muy buena aceptación del público. Sin embargo, es claro que, al no funcionar la norma, las posibilidades de desarrollo no se pudieron aprovechar en su máximo potencial aún. En ese sentido, García Malbrán señala que una nueva norma, sin dudas, seguirá contemplando el uso de este tipo de productos, con muchas ventajas respecto a la históricamente utilizada garantía inmobiliaria.
“Yo creo que los seguros de caución para alquiler son las mejores garantías que puede tener el propietario a la hora de alquilar su inmueble. Se trata de un producto accesible en materia de costo y, si es de una buena compañía de seguros, es mucho más confiable que cualquier otro respaldo, siempre y cuando, se asegure el pago de la prima”, destaca el entrevistado.
Y sostiene, en contraste, que la garantía propietaria es una de las peores porque no es segura, no es práctica y tampoco, eficiente. “Hasta me parecen mejores los recibos de sueldo de alto monto como respaldo”, afirma.
Pero sus preferidos son los seguros de garantía de alquiler y comenta que, desde ese convencimiento, en su empresa fomentan su contratación, ya que resultan beneficiosos para las dos partes.
“En el caso del propietario, si surge cualquier inconveniente, a los 15 días ya puede cobrar el seguro y no es necesario hacer todo el proceso que requiere una garantía de otro tipo. En tanto que, al inquilino le sale barato, no tiene que pedirle a nadie una garantía ni tiene que llevar a nadie a una escribanía para que le firme el contrato. Así, se evitan situaciones familiares incómodas. Es mucho más sano para todos los integrantes de la operación”, asegura.
Sin embargo, considera que las aseguradoras deberían trabajar en simplificar cada vez más su contratación para que sean más accesibles porque advierte que, hoy, las propiedades en alquiler duran muy poco sin ocuparse.
“Creo que las compañías que brindan seguros de caución para alquileres podrían tener muchos más negocios si agilizaran los procedimientos”, afirma García Malbrán.
Y resalta que “no hay manera de que una nueva ley dictamine en contra de la utilización de estos seguros de caución”.
No obstante, por otro lado, considera que la Argentina debe resolver un tema más de fondo que la Ley de Alquileres que es el fuerte déficit habitacional estructural que hay en el país. “Millones de personas no pueden acceder a su vivienda propia y tienen que alquilar, lo que hace que los propietarios sean quienes definan las condiciones porque están en una situación de superioridad”, observa.
Aunque también comprende el hecho de que, por otro lado, para el propietario, que tiene un inmueble con valor de mercado en dólares y que le da una renta en pesos, tampoco resulta en una rentabilidad positiva. Entonces, se da un conjunto de factores que confluyen en un escenario en el que hay muy poca oferta y altísima demanda.
“Eso no se puede resolver con la aprobación de una Ley de Alquileres nueva. Se requieren políticas de Estado que van más allá de eso. Un paso positivo, podría ser fomentar los créditos hipotecarios para primera vivienda”, opina.
Eso, según su visión, sería muy útil para motorizar muchos sectores de la economía, como la construcción, el rubro inmobiliario, la inversión y, desde ya, los seguros conexos.
“También se podría fomentar la construcción de edificios destinados exclusivamente para alquileres durante algún tiempo y que los desarrolladores reciban beneficios impositivos por ese tipo de emprendimientos”, sugiere.
Un dato a tener en cuenta es que, antes de ser martillero público, García Malbrán tuvo su paso por el mercado asegurador como gerente de una compañía. Por ello, está convencido que un elemento muy importante para fomentar el desarrollo de negocios sería que hubiera un vínculo más cercano entre el sector seguros y el de corredores inmobiliarios, y que ambos rubros tienen muchos puntos en común.
“Un corredor inmobiliario puede darle un servicio más completo al cliente si se trazan alianzas estratégicas en este sentido y lo mismo para el mercado asegurador. Hay que juntarse y hacer negocios juntos”, concluye.