Las compañías de seguros no se quedan atrás en materia de innovación tecnológica. Cites, es la primera incubadora privada de empresas de base científica y tecnológica de América Latina, cuyo gerente general es Nicolás Tognalli oriundo de la Sunchales, Santa Fe. Mientras que Grupo Sancor Seguros, la principal aseguradora del país, cuya casa matriz también está en Sunchales, decidió destinar 20 millones de dólares en diez años para generar un polo de innovación de calidad mundial.
Con el asesoramiento de Lisandro Bril, inversor argentino de capital de riesgo, y Oren Gershtein, experto internacional de Tel Aviv, copiaron el modelo israelí: una nación que hace 20 años producía mayormente flores y naranjas hoy es uno de los principales polos de innovación tecnológica del mundo. «Estamos convencidos de que las nuevas empresas de innovación nos conducirán a la Argentina del futuro,» explica Tognalli.
Casos como el de Grupo Sancor Seguros y Cites son ejemplos inspiradores de una nueva generación de argentinos que hace veinte años, cuando el país se hundía en una nueva crisis, se animó a pensar en grande. Mientras la Argentina se aislaba, crearon compañías y emprendimientos que el país necesita en este desafiante siglo XXI. Para generar innovación, trabajo de calidad y crecimiento sostenido, señala La Nación.
Los emprendedores argentinos sobresalen por su arrojo y capacidad. De las nueve empresas tecnológicas latinoamericanas valuadas en más de 1000 millones de dólares, llamadas unicornios, cuatro son argentinas. Mercado Libre es la plataforma de comercio electrónico líder de habla hispana y la empresa número 1 del país en cuanto a valor de mercado; ya superó a YPF. Despegar.com es la quinta agencia de turismo del planeta. Globant, desarrolladora de software, fue elegida por Google como su primera aliada tecnológica y es la favorita de las grandes multinacionales. OLX es una plataforma de avisos clasificados online presente en 118 países. Sólo el 2% de su negocio está en el país, pero sus directivos están en el Bajo Belgrano, sostiene La Nación.
Los emprendedores argentinos surgieron y se consolidaron en un contexto muy adverso. «Adquirieron una gran resiliencia por desenvolverse en un entorno tan negativo. Fue el caldo de cultivo perfecto para convertirse en emprendedores de primera», afirma Susana García Robles, quien desde Washington lidera los programas de inversiones de capital de riesgo del Fondo Multilateral de Inversiones del BID para America Latina y el Caribe. Lo mismo señala Andy Tsao, un prestigioso financista global del Silicon Valley Bank: «Los argentinos tienen más potencial que sus pares de la región por esa tormenta perfecta entre una buena educación y un ambiente complicado que los empuja a ser creativos y a salir al mundo para progresar».