Columnistas

La “defensa social” de la VTV obligatoria

Por Dr. Eduardo Bertotti, Director ISEV.

Con el  advenimiento del instituto de la Revisión Técnica Obligatoria Vehicular a principios de 1995,  a través de la vigencia de la Ley 24.449 y las diversas normas provinciales de adhesión- particularmente las de la Provincia de Buenos Aires y, más reciente (21 años demorada), la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- existieron severas resistencias a su implementación, basadas fundamentalmente en la carencia de conocimiento del instituto de la VTV y su rol en la gestión de la seguridad vial de una sociedad.

El Institututo de Seguridad y Eduación Vial (ISEV) permanentemente difunde a la opinión pública, la “defensa social” y el impacto en materia de Seguridad Vial. La preservación de la seguridad vial y del medio ambiente constituyen dos pilares básicos de la sociedad moderna de jerarquía superlativa.

La implementación de este instituto como defensa social no sólo trae aparejado un beneficio directo para la comunidad al generarse una mayor seguridad en el tránsito y reducirse la contaminación del medio ambiente sino que, complementariamente se logra un ahorro de energía no renovable, se alarga la duración de los vehículos.

Permanentemente nos referimos a las tres defensas sociales que existen en materia de Seguridad Vial. Una por cada Factor de la trilogía Vial. Son las defensas que posee una sociedad para garantizar desde el Estado un mínimo de seguridad en la circulación terrestre.

Esas defensas son:

  1. La habilitación de conductores. (Factor Humano)
  2. La Revisión Técnica Vehicular Obligatoria (Factor Vehículo)
  3. La Auditoria de Seguridad Vial. (Factor Ambiental)

La revisión técnica vehicular, es una actividad indispensable para mejorar el mantenimiento y las condiciones de seguridad del parque automotor a la vez de servir para evaluar las emisiones de fuentes móviles, ambas tareas dirigidas a posibilitar la adopción de medidas que controlen el impacto que el tránsito tiene sobre la salud de la población, y que resulta factor esencial hacia una “movilidad sostenible”.

La RTVO persigue entre sus objetivos dar respuesta a:

  1. Las necesidades de la sociedad en su conjunto por estar protegida así como por mantener la equidad social respecto a los requerimientos de calidad de vida urbana, en virtud de que la salud de todos se ve afectada por la seguridad del tránsito y la contaminación del aire.
  2. Las necesidades locales del Estado de contar con una estructura de inspección y mantenimiento que permita implementar en todo su alcance la legislación vigente, para obtener un tránsito seguro, reducir su impacto ambiental y evitar costos en salud pública.
  3. La necesidad de incorporar capacidad de diagnostico sobre la seguridad y las emisiones de los vehículos así como sobre el nivel de fallas, reparaciones y costos para establecer prioridades de acción, que “alimenten” a su vez la generación de políticas públicas al respecto.

En todo el mundo, está ampliamente demostrada la incidencia positiva de una revisión técnica de vehículos que se realice en forma obligatoria, periódica, independiente y universal.

Es que con una RTV (ITV, VTV, RTO u otras denominaciones similares), se genera una cultura de mantenimiento vehicular entre la población, que genera la disminución de fallas mecánicas en la accidentalidad, ya que se sabe que el origen multifactorial de todo accidente de tráfico siempre involucra en algún grado el estado mecánico de los vehículos.