Con la revolución del “Internet de las cosas” y el Big Data, en lo que respecta a las empresas, aparecen nuevos horizontes en cuanto al mercado asegurador. El Big Data entrega información de los aparatos conectados (mediante el internet de las cosas) a las compañías. De esta forma, los dispositivos centrales van adquiriendo información y se genera un mapa dinámico de los datos interrelacionados, tal como detalla una nota de El Cronista Comercial.
Una de las ventajas de utilizar estas innovaciones que el aumento en la cantidad y calidad de servicios, con variables dinámicas que se modifican en tiempo real. Por ejemplo, un seguro contra inundaciones, para su cálculo se toman en cuenta indicadores como la cantidad de milímetros que llueve en determinado mes, con tendencias anuales. Hoy en día esto se puede tener actualizado a la hora. De esta forma, frente a un período inesperado de lluvias fuertes o de granizo, las compañías podrán realizan un pacto con sus clientes para avisarles, con una hora de anticipación a que esto suceda, y modificar los contratos y los pagos de la póliza, ejemplifica la publicación del diario El Cronista Comercial.
En los seguros de salud, mediante un cronograma de prevención del individuo, en donde el mail y el celular lo saben por la agenda -que a su vez se conecta con el servicio de salud-, se podría cambiar la cláusula y aumentar la prima. Así, se genera un mapa dinámico del acuerdo entre el asegurado y el asegurador. Esto presenta la ventaja del ahorro para ambas partes y a su vez evita el daño social con situaciones de prevención.
Lo mismo ocurre con los seguros agrícolas, a través de la utilización de un dron que sobrevuela el área y reporta una anormalidad.
Con un eficiente manejo de las alarmas tempranas, se producen cambios en la forma de relacionarse entre las empresas con sus socios. En este contexto, los seguros contarán con información en tiempo real para optimizar los costos y generar nuevas formas de armar un negocio.