Las aseguradoras, en los últimos días de cada trimestre, se preocupan por suscribirse a los fondos comunes de inversión (FCI) incluidos en el menú de activos del «inciso k» para que su balance trimestral cumpla con la regulación. Por ejemplo, al final de junio 2015 habían ingresado $ 646 millones. A fines del trimestre anterior se habían sumado $ 86 millones, de acuerdo con una nota del diario web El Cronista Comercial.
Como es sabido, las compañías de seguros deben destinar un 14% de su cartera, en promedio y según el ramo a títulos que financien proyectos productivos, poco rentables. Las aseguradoras van en busca de un activo de mayor rendimiento que los fondos pymes (20%, en promedio) y los de infraestructura (22%).
En cuanto al sector de la industria, el movimiento es menor, 1,7% del patrimonio, ya que los FCI de infraestructura administraban $ 6.899 millones el pasado 7/07/15 y los de pyme, $ 9.146 millones. Sin embargo, los productos que compran estos fondos son ilíquidos, por lo que las administradoras deben estar preparadas para manejar los ingresos de fondos una semana antes del trimestre y los egresos una semana después. Debido a que estos fondos deben cumplir con el objeto de inversión por lo menos el 75% de su patrimonio, al acercarse a los últimos días del mes las gerenciadoras aumentan la posición en activos pyme e infraestructura por encima de ese tope.
A pesar de esto, las empresas se apartan del «inciso k» y aunque, la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) preste atención a los movimientos diarios que realizan las compañías del mercado.
Por último, en la temporada de altas suscripciones a los FCI pyme ayudó a bajar las tasas de los cheques que descuentan las pymes en la Bolsa a un 16% a 17% anual, unos 10 puntos debajo de la inflación. En cuanto a la baja rentabilidad de estos FCI se equipara a la de los activos «k» que se licitan en el mercado, por ejemplo, Axion Energy colocó $ 150 millones a sólo Badlar más 50 puntos para un plazo de 60 meses.
