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Global Risks Report para Argentina: inflación, endeudamiento y actividades ilícitas son los principales riesgos

Las empresas del grupo Marsh McLennan repasaron los puntos más salientes de sus estudios "Global Risks Report 2023" y "Global Talent Trends 2023", focalizados en la actualidad económica, social y laboral de América Latina. 100% SEGURO estuvo en la presentación. Qué se dijo.

COBERTURA 100% SEGURO.- El encuentro tuvo lugar en sus oficinas porteñas de Retiro este martes 28 de marzo por la mañana. Hubo dos oradores, uno en representación de cada compañía: comenzó Sebastián Tobio, líder de consultoría de Marsh para Argentina y Uruguay; y a continuación tomó la palabra Ivana Thornton, directora de Career de Mercer para Argentina, Uruguay y Paraguay.

De acuerdo con la edición 2023 del Informe de Riesgos Globales realizado por Marsh, los conflictos y las tensiones geoeconómicas han desencadenado una serie de riesgos a nivel mundial estrechamente interconectados, entre ellos la escasez en el suministro energético y de alimentos, que probablemente persista durante los próximos dos años, así como los elevados aumentos del costo de vida y del servicio de la deuda. Al mismo tiempo, estas crisis podrían socavar los esfuerzos para hacer frente a los riesgos a más largo plazo, especialmente aquellos relacionados con el cambio climático, la biodiversidad y la inversión en capital humano.

Para Argentina, el panorama es complejo. Dentro de los principales riesgos hallados para el país encontramos los tres principales por cuestiones económicas: aumento sostenido de la inflación, crisis de endeudamiento y proliferación de actividades ilícitas; luego, cuestiones geopolíticas: colapso del Estado; y finalmente cuestiones ambientales: grave crisis de suministro de materias primas.

A su vez, a nivel nacional se registró que las principales preocupaciones de los líderes empresariales para los próximos dos años en el país también se encuentran lideradas por cuestiones económicas. Con la presión inflacionaria en muchos países y una posible recesión mundial en camino, los riesgos económicos son la principal preocupación de los ejecutivos. La incertidumbre económica amenaza con tener efectos colaterales sociales sobre el costo de vida, el empleo y los medios de subsistencia.

«Observando los primeros riesgos globales para hacer negocios en los próximos años nos ayuda a prepararnos para pensar en gestionar los riesgos de manera integral buscando una mirada transversal dentro de las organizaciones. Sabiendo que los niveles de inflación, deuda y la crisis del costo de vida son un combo que, a priori, no sólo afecta a un sector sino a todo el conjunto de la población», dijo Sebastián Tobio.

Exposición de Sebastián Tobio, líder de consultoría de Marsh para Argentina y Uruguay.

Para complementar, podemos encontrar en la edición 2023 del estudio Tendencias Globales de Talento realizado por Mercer en octubre de 2022 en base a la participación de 2474 responsables de Recursos Humanos en todo el mundo, de los cuales 186 corresponden a empresas de América Latina, que en esta región el contexto inflacionario acentúa más que nunca la importancia de la compensación. Allí, entre las principales medidas adoptadas se destaca que: un 35% dice hacer un ajuste por costo de vida u otro tipo de incremento salarial en la mayoría de los mercados afectados; un 25% realiza un ajuste a través de bono/salario para todos los empleados; un 18% realiza ajuste salarial o ajustes por costo de vida sólo a quienes perciben un salario inferior a la media del mercado; y un 14% realiza un incremento de la compensación total a través de bonos en lugar de un incremento del salario base para no generar un compromiso a largo plazo.

Por otra parte, el 96% evalúa cómo los beneficios que ofrecen pueden mejorar la atracción, retención y compromiso de los empleados este año. Dentro de ese porcentaje se destaca que el 43% ofrece acceso a proveedores de salud mental de forma virtual, según las necesidades, y otro 43% tiene previsto ampliar este año los beneficios para favorecer a todos los segmentos de la fuerza laboral.

Las organizaciones están redefiniendo la forma en que interactúan con sus empleados y contribuyen a la sociedad. Están desafiando las nociones heredadas de creación de valor y construyendo un futuro que sea más sostenible y equitativo. Es en este contexto y luego de un momento donde la pandemia subrayó la importancia de aprovechar las oportunidades y ser resiliente, tanto para las organizaciones como para las personas, es que se plantea al 2023 como un año decisivo. Un año donde los planes de transformación serán más ambiciosos y los desafíos persistentes se enfrentarán cara a cara con las nuevas realidades. Es aquí donde las áreas de Recursos Humanos deberán mantener la energía y el impulso para prepararse a sí mismos y al negocio para lo que se avecina.

Según los datos revelados por Mercer acerca de las tendencias globales en términos de los recursos humanos, los responsables de dichas áreas reconocen cinco prioridades como las que deben permanecer al frente y en el centro para que las organizaciones y las personas prosperen:

1. Reajustar las prioridades: el nuevo orden mundial exige un restablecimiento de prioridades en torno a la escucha activa, el aprendizaje y la adaptación para identificar y abordar las necesidades no cubiertas. Las empresas que no se adapten perderán la capacidad de reunir capital, atraer y retener talento y seguir siendo relevantes.

2. Trabajar en colaboración: las personas ya no quieren trabajar para una empresa, quieren trabajar con una empresa. El futuro del trabajo depende de modelos de talento más interconectados, impulsados por una plantilla más flexible, sostenible y distribuida globalmente.

«En respuesta, las organizaciones cercanas están desarrollando una mentalidad de unidad en todo su ecosistema. Están construyendo resiliencia empresarial al infundir equidad e inclusión en sus modelos de talento, accediendo a grupos de talento más amplios y diversos y construyendo redes de proveedores y socios más sólidas», destacó Ivana Thornton.

3. Proporcionar un bienestar total: la pandemia expuso y empeoró las brechas de salud y bienestar en diferentes segmentos, lo que destaca que la accesibilidad y asequibilidad de la atención no era suficiente. El ROI de los beneficios ya no se mide como un Retorno de la Inversión (disminución de costos o minimización de la exposición a responsabilidades), sino que cambia a un Retorno del Individuo más centrado en el ser humano. Esto hace que el empleador tenga la responsabilidad de garantizar que los empleados disfruten de bienestar emocional, físico, social y financiero.

4. Promover la empleabilidad: la pandemia subrayó la importancia de un modelo de talento basado en habilidades y un diseño de trabajo ágil para construir la fuerza laboral del futuro.

«Más que nunca, las organizaciones están inculcando una mentalidad de aprendizaje permanente, democratizando las oportunidades laborales y ayudando a los trabajadores de todos los orígenes y generaciones a allanar el camino hacia la prosperidad», agregó Ivana Thornton.

5. Aprovechar la energía colectiva: las ideas que alguna vez encontraron resistencia, escepticismo y renuencia, ahora son soluciones a algunos de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Y aunque las personas estén exhaustas, también son mucho más optimistas. Ahora, las empresas tienen una oportunidad única de liberar energía al garantizar que la agenda de transformación se centre en la experiencia humana y en el rediseño del trabajo para una nueva era.

Ponencia de Ivana Thornton, directora de Career de Mercer para Argentina, Uruguay y Paraguay.

Finalmente, los expertos destacaron como los principales factores de éxito en la región: potenciar el bienestar total, centrarse en el desarrollo de la cultura organizacional, posibilitar nuevas formas de trabajo (remoto, híbrido e independiente), organización basada en competencias y apoyar la diversidad, equidad e inclusión entre los empleados. Mientras que lo menos prioritario, según ellos, resulta ser: el desarrollo profesional de trabajadores mayores, la renovación de contratos laborales para establecer nuevos patrones y expectativas de trabajo, y tomar medidas para mitigar el agotamiento de los empleados.

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