Basado en datos de la huella ecológica, que mide los recursos naturales que tenemos, cuántos y cómo los utilizamos, el Día del Exceso de la Tierra es una iniciativa para generar conciencia impulsada a nivel mundial por Global Footprint Network (
Según la Fundación Vida Silvestre, esta fecha es un indicador de la presión sin precedentes que las actividades humanas están ejerciendo sobre los recursos naturales. De acuerdo a GFN y a este ritmo de consumo, la cantidad de recursos y servicios del ecosistema requeridos para abastecer nuestras necesidades equivalen a 1.7 planetas Tierra. Esto significa que la humanidad está usando la naturaleza 1,7 veces más rápido de lo que los ecosistemas de nuestro planeta pueden regenerarse en un año. En otras palabras, estamos en default ambiental: la humanidad está en números rojos y tiene en su cuenta lo que se conoce como “deuda ecológica”.
Las consecuencias de nuestra deuda ecológica se ven reflejadas a diario: uno de los ejemplos más evidentes es el cambio climático, una consecuencia de que los gases de efecto invernadero se emiten más rápidamente de lo que pueden ser absorbidos por los bosques y los océanos. La pérdida de biodiversidad, la desertificación del suelo, la deforestación, las inundaciones, la escasez de agua y de alimentos y la contaminación también son producto de la deuda ecológica. Y esta sobreexplotación es posible sólo por un tiempo limitado antes de que los ecosistemas se empiecen a degradar y posiblemente a colapsar.
El Día del Exceso de la Tierra nos recuerda que los individuos, las naciones y la comunidad global, debemos actuar urgentemente para proteger los bosques, los océanos, la vida silvestre, el agua, los recursos acuíferos y lograr un desarrollo sustentable y resiliente para todos.
Estamos agotando el capital natural de nuestro planeta comprometiendo su capacidad regenerativa y, lo más grave, es que estamos gastando recursos que no nos pertenecen sino que son los de las futuras generaciones. Esta fecha es una alerta para concientizar a todos los sectores respecto de sus modos de producir y consumir y para promover opciones de manejo y uso de los recursos naturales que se adapten a las capacidades reales del planeta, garantizando de esta manera la seguridad de alimentos, agua y energía para las generaciones actuales y futuras” afirmó Manuel
Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.
En este contexto, la Argentina se encuentra en el puesto 20 dentro de los países que aún cuentan con reserva de biocapacidad para producir recursos y proveer servicios ambientales, detrás de Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay. A su vez, la biocapacidad per cápita alcanza 6.8 hectáreas por habitante. Sin embargo, hay datos alarmantes de nuestro país que dan cuenta que aún hay mucho por hacer al respecto, considerando además que a pesar de nuestra alta biocapacidad estamos por encima de la media a nivel mundial, marcando en el calendario el 29 de junio como el Día del Exceso de la Tierra en Argentina, lo que nos acerca a consumir cerca de 2 planetas en recursos:
• Entre 2015 y 2018, se perdieron por año aproximadamente 150.000 hectáreas de bosques nativos por la deforestación, el equivalente a 187.500 canchas de futbol anuales.
• Nuestra matriz energética se basa, principalmente, en el uso de combustibles fósiles, cuya combustión emite Gases de Efecto Invernadero y otros contaminantes a la atmósfera, que son los principales causantes del cambio climático y el calentamiento global.
• Se estima que de un 20% a un 30% de los recursos pesqueros en Argentina se descarta sin vida al mar.
Contamos con una ventana de oportunidad crítica entre hoy y el 2020 para definir los compromisos y las acciones que permitan revertir la tendencia de pérdida de la naturaleza para el 2030 y ayuden a garantizar la salud y el bienestar de la humanidad y de nuestro planeta