Es preocupante la evolución que muestra la Tasa de Mortalidad Vial argentina en el presente. Es la primera vez en varios años que la misma aumenta en cuatro meses sucesivos, comparado con el mismo período del año anterior (Abril 20.7 %, Mayo 20.3 %, Junio 8.6 % y Julio 14.9 %).
Es preocupante, porque podría estar indicando- por su proyección- un agravamiento de esta verdadera “enfermedad social”.
Más preocupantes resultan ciertos “indicios” poco alentadores a la Seguridad Vial.
Desde luego que podemos equivocarnos (¡ojalá sea así!), y traiga como consecuencia una convalidación de las políticas públicas anunciadas en la materia hasta por el propio titular del PEN en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso el pasado mes de marzo.
¿Cuáles son aquellos “indicios” tomados como “regla general” que tiene excepciones?:
En materia de educación vial, como contenidos formales de la currícula, la realidad parece mostrar que no se concreta -más allá de la voluntad individual de muchos docentes y hasta de algunos distritos- a nivel nacional. La Ley 27.214, denominada pomposamente Ley de Promoción de la Educación Vial derogó a la Ley 23,348 que establecía la obligatoriedad de sus contenidos y establecía a cambio -¿Cuándo no?- un Observatorio del que todavía esperamos siquiera una conclusión. ¿Se entiende…?.
En materia de control se ha avanzado mucho en la incorporación de tecnología. Ahora bien, gran parte de la población no percibe que tales acciones persigan otro objetivo que el “recaudatorio”,
Y, a nuestro criterio (reiteramos que podemos equivocarnos), sus “implementaciones” no contribuyen a contradecir esa “percepción”. No nos referimos sólo a “operativos” con radares ocultos y carteles limitativos de velocidad móviles y emplazados con un criterio de “leyes de física” aplicables en la Luna o en Marte.
Nos referimos esencialmente hacia donde se prevé legalmente que van los $$$ recaudados en concepto de multas. ¿A la Seguridad Vial, como sucede en otras sociedades más evolucionadas en la materia que la nuestra?, ¿aunque sea un mínimo porcentaje…? No, en la enorme mayoría de los casos va a rentas generales y, por supuesto, para la Seguridad y la Educación Vial, cuando se requiere no HAY DINERO (¡hombre!!…estamos en “ajuste”…).
Cuando uno observa en la mayoría de los contratos -a los que puede acceder- los porcentajes de distribución de lo recaudado, como el más reciente caso de TNGroup SA en La Plata, entre Provincia, Municipio y Empresa, salvo lógicamente en esta última, los mismos van a parar a las “arcas generales”. No derrama un $1 en los Programas de Seguridad y Educación Vial (¿los hay?)…Estimados…”no sólo hay que serlo, sino también parecerlo”.
Sólo mencioné estos dos indicios en enormes “áreas”. Hay muchísimo más en la “lupa”…Sólo por citar el llamativo avance sobre la tradicional Justicia de Faltas de la Provincia de Buenos Aires. Como el caso del Municipio de Coronel Brandsen, donde hay una falta de una política activa, seria y responsable en materia de habilitación de conductores de motos, vehículo que triplicó su participación en la siniestralidad vial grave en los últimos años…y aquí me detengo un minuto…
Muchos Intendentes, ante la inminencia del año electoral y frente al extraordinario ajuste en la producción de obras públicas, intentan ir sobre los servicios de transporte público de pasajeros de sus comunas, pretendiendo el aporte extraordinario del sector privado en unidades 0 Km, “tuneadas” con el color político de turno y “chiches” tecnológicos.
Nos recuerda a mediados de los ’90, donde políticas similares determinaron que muchas comunas de menos de 150.000 habitantes quedaran al poco tiempo privadas de ese servicio público, y los “jefes de familia” corrieran a los supermercados a comprar ciclomotores (hoy desaparecidos) y motos (hoy la usual es de 110 cc) en cómodas cuotas, para satisfacer la necesidad de transporte de toda la familia. ¿Por qué piensan que hoy inundamos las redes sociales con fotos de hasta cinco personas arriba de una moto (sumado el bebé)?. No fue generación espontánea…
Preocupa la realidad, preocupa el crecimiento de la primera causa de muerte NO natural de los argentinos, preocupa la falta de respuesta general por parte del Estado. Quizás en esto último nos equivoquemos…quizás…