Cada etapa del año tiene su particularidad e influye de manera diferente en la demanda de los consumidores. La industria aseguradora no es la excepción a esta regla y la temporada estival viene acompañada de varias tendencias.
“En verano son tradicionales los seguros para el hogar, viajes, celulares y vehículos de pequeño porte, como bicicletas y monopatines eléctricos, entre otros. Es distinta la situación en los automotores, que están vinculados con las ventas de los 0 km., y que a su vez generan demanda por la venta en los usados, situación que no se ha visto favorecida tampoco este año”, explica el Gerente Técnico del Grupo Gaman, César Bocchini.
En esta etapa también crece la demanda de los seguros vinculados al turismo, como hotelería, gastronomía, transportes especiales, entre otros. Como así también los que amparan lugares de recreación como colonias de vacaciones y clubes.
En estos casos, al igual que en el resto de las pólizas, es importante determinar adecuadamente las sumas aseguradas, particularmente de incendio de los edificios y de responsabilidad civil. En el primer caso, considerando los valores reales de construcción por metro cuadrado cubierto. Mientras que en los seguros contra terceros se debe contemplar que las sumas respeten las normativas vigentes, y se considere la incidencia de los fallos judiciales en el mediano y largo plazo.
Construcción y agro, en alza
A su vez, otro de los riesgos con cierto movimiento por la estacionalidad es el relacionado con la industria de la construcción, ya que se ve un incremento de la demanda de cobertura para este rubro en el verano.
Según Bocchini, mención aparte merecen los seguros vinculados al agro, donde después de tres temporadas consecutivas con los efectos de “La Niña”, las importantes sequías y altas temperaturas promedio no solamente vienen demorando las siembras, sino que también hacen que los rendimientos esperados en los cultivos sean mucho menores a los de las campañas anteriores.
“Esta situación no solamente afecta al mercado de seguros, sino también a la economía en general, debido al menor ingreso de divisas por las magras exportaciones. Asimismo, debemos tener en cuenta que los mencionados efectos climáticos además tienen directa incidencia en la producción de la industria ganadera y de sus derivados”, comenta Bocchini.
Bicicletas, celulares y aire acondicionado
Por otro lado, son frecuentes en estas épocas el ofrecimiento de distintos productos que amparen los riesgos a los cuales se encuentran expuestos las viviendas, tanto de uso permanente como temporario.
“Más allá de los planes tradicionales que cubren a los hogares y sus contenidos, suelen surgir algunos interrogantes respecto a determinadas coberturas, condiciones, o medidas de seguridad necesarias para su funcionamiento”, indica acota Agustín M. Colombo, Asesor Institucional del Grupo Gaman.
Entre las más comunes se encuentran las que protegen bicicletas, celulares, daños a electrodomésticos como consecuencia de una sobre tensión, e incluso aires acondicionados.
Respecto a los equipos de aire acondicionados, hay aseguradoras que los amparan contra incendios y robos, formando parte del contenido de la vivienda. Otras, les otorgan cobertura contra incendio y daños por sobre tensión, y están aquellas que ofrecen amparar a estos artefactos contra todo riesgo.
Al respecto, Bocchini asevera: “Es por eso importante, en primer lugar, saber que los equipos de aire acondicionado se pueden asegurar. Además, deben tenerse en cuenta los diferentes planes y modalidades de las compañías para saber en cada caso los alcances y limitaciones de las distintas coberturas”.
Seguros y turismo
Tanto la hotelería, como la gastronomía y centros de recreación, permitieron el crecimiento de los seguros como reflejo de la mayor actividad económica, tanto para los riesgos de property, como de robo, de responsabilidad civil, Accidentes de Riesgos de Trabajo (ART) y siniestros personales, entre otros. Para los viajes al exterior, lógicamente que los seguros de asistencia para los viajeros fueron los más demandados.
De acuerdo a la información provista por Gaman, durante la época estival, al tratarse de la mayor cantidad de gente en lugares turísticos, el principal inconveniente que trae para el mercado de autos es el aumento en la frecuencia siniestral, tanto por la cantidad de choques como para los robos, ya sean parciales o totales.
Sobre eso, Colombo detalla: “Los choques provocan daños propios y de terceros, representando la sustracción de ruedas el mayor número de los robos parciales, principalmente a vehículos estacionados en la vía pública. En cambio, durante el invierno se ven siniestros de autos de mayor magnitud en aquellos lugares donde la incidencia de la nieve y el hielo son factores de alto riesgo”.
Sin embargo, aclara que no hay ventas significativas de autos 0Km, y por ende la contratación de estas pólizas viene siendo relativamente baja, debido a la falta de disponibilidad de unidades. Lo que sí continúa es el crecimiento en la contratación de seguros para motos, como consecuencia del aumento en el consumo de este medio de movilidad, explica Colombo.
En síntesis, tanto por las características y movimientos típicos del verano, como por la evolución de ciertas industrias, la demanda de seguros en esta época del año tiene sus particularidades, que vale la pena conocer y tener en cuenta.