Swiss Re dio a conocer su último informe, denominado “La brecha de protección de daños en Latinoamérica” (acceda al informe), donde advierte que el “gap” de protección de daños ha crecido constantemente en la región. Actualmente, se estima que el 88 % de las pérdidas potenciales provocadas por un terremoto continúan sin asegurar. Al respecto, afirman que la participación del sector público y privado es crucial para cerrar la brecha de protección de daños en Latinoamérica.
Principales datos y conclusiones
Según el informe, gran parte de la brecha de protección se debe al riesgo global de catástrofe natural no asegurado, que ha venido aumentando en los últimos 40 años.
Con el desarrollo económico y la creciente urbanización, el valor de los bienes expuestos a riesgo ha sobrepasado la compra de seguro en muchos países.
Según los registros históricos, la brecha de protección de daños en Latinoamérica ha aumentado en las cuatro últimas décadas, desde el 75,9 % de las pérdidas totales en 1980 hasta el 82,0 % en 2015.
Las pérdidas en la región son causadas históricamente por los terremotos y las tormentas que han los más costosos en términos de pérdidas económicas totales, mientras que las sequías y las inundaciones han supuesto la mayor parte de las pérdidas no aseguradas. La modelización de riesgos sísmicos muestra que actualmente, de los más de 6900 millones de USD de pérdidas totales estimadas por terremotos en ciertos países en Latinoamérica, 6100 millones de USD (88 %) no estarían asegurados.
Los datos históricos muestran una creciente brecha de protección de daños, tal como vemos en la siguiente imagen, donde muestra que la porción no asegurada de las pérdidas por catástrofes naturales en Latinoamérica se ha ido incrementando.
Para poner en perspectiva el tamaño de estas pérdidas por catástrofes naturales, en el siguiente gráfico muestra las pérdidas aseguradas y no aseguradas en relación con el PIB de la región. Comparadas con hace tres décadas, las pérdidas económicas totales en Latinoamérica han aumentado, al igual que la proporción de las pérdidas no aseguradas con relación al PIB (pasando del 0,12 % en la década 1976–1985 al 0,17 % en 2006–2015).
[box type=»note»]En cuanto a los 10 países incluidos en este estudio son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela. La penetración del seguro de daños varía considerablemente entre estos países y no ha crecido tanto como en otros ramos de negocio de no vida en los últimos años.[/box]En comparación con referentes globales, la mayoría de países de Latinoamérica no ha alcanzado todo su potencial de cobertura de seguro dados sus niveles de ingreso.
Por último, el informe concluye con que Latinoamérica está altamente expuesta al riesgo de catástrofes naturales. La mayoría de las pérdidas económicas globales no ha estado asegurada y la brecha de protección de daños en la región ha aumentado en las últimas cuatro décadas.
La demanda de seguro ha superado por lo general al crecimiento del PIB en las últimas décadas. Sin embargo, el incremento en la demanda de cobertura de daños no ha mantenido el ritmo de la creciente penetración de otros ramos de negocio.
También, existe un creciente infraseguro del riesgo de daños en la región es una realidad. Cerrar la brecha de protección requerirá que las aseguradoras y los gobiernos adopten medidas específicas para cambiar hábitos de compra y estructuras de mercado.
El desarrollo de nuevas tecnologías de distribución y la introducción de nuevos productos está ayudando a incrementar la penetración.