Europa Internacionales

Cómo es el comportamiento de pago de las empresas turcas

Coface dio a conocer un nuevo informe, en este caso relacionado con Turquía. Según publican, la divulgación de la estrategia de salida del presidente de la FED, Ben Bernanke, en mayo de 2013 provocó una nueva etapa marcada por un cambio en la percepción del riesgo de las economías desarrolladas respecto a los mercados financieros. Turquía entró en este período con un alto déficit en cuenta corriente, un sector productivo muy dependiente de las importaciones y tres elecciones sucesivas.

La brusca depreciación del tipo de cambio, que comenzó en diciembre de 2013, se estabilizó sólo hasta después que el Banco Central redujo drásticamente las tasas de interés a finales de enero de 2014. Sin embargo, esta depreciación de la lira turca continúa afectando negativamente a los balances de las empresas. Por otra parte las medidas de restricción de crédito introducidas por la Agencia de Regulación y Supervisión Bancaria (BRSA) a principios del año para contener el déficit de la cuenta corriente, han desacelerado la demanda interna, uno de los factores que dificultaron a las empresas el cobro de sus facturas.

Ante esta situación, se produce un deterioro de la capacidad de pago en los sectores cuya producción y ventas se centran principalmente en el mercado interno. El aumento en el número de billetes impugnados y cheques sin fondos confirma esta tendencia.

Los cheques sin fondos ascendieron a 15.900 millones de liras turcas en los primeros 10 meses de 2014, un aumento del 5,4%. La cantidad de facturas protestadas o impugnadas también subió un 9,1% interanual en los primeros diez meses de 2014, debido al aumento de los intereses y la desaceleración de la demanda interna.

Según Coface, se espera que el crecimiento de la economía turca llegue a 3,1% en 2014 y 3,5% en 2015. En noviembre de 2014, Coface ha rebajado su evaluación del riesgo país de Turquía, de  A4 a B, debido a sus no tan buenas perspectivas de crecimiento, la deuda del sector privado y la renovada volatilidad en los tipos de cambio.

Las pérdidas de tipo de cambio sufridas por 2.973 millones de empresas que figuran en el Sistema de Información de Emprendedores del Ministerio de Industria parecen haber aumentado considerablemente debido a la depreciación de la lira turca a finales de 2013. De hecho, las pérdidas por tipo de cambio alcanzaron 118.800 millones de liras turcas a finales de 2013, lo que representa un incremento de 45.100 millones de liras turcas respecto al cierre de 2012. Este importante indicador demuestra la vulnerabilidad de las empresas a tipos de cambio volátiles.

Teniendo en cuenta que el tipo de cambio y la demanda interna son dos factores clave que afectan la rentabilidad de las empresas en Turquía, una moderada recuperación de la demanda interna en el primer trimestre de 2015 puede afectar positivamente a la misma. Sin embargo, la evolución de la economía global, los riesgos geopolíticos, el proceso esperado del aumento en las tasas de interés por la FED y las próximas elecciones generales en Turquía señalan la persistencia del riesgo de tipo de cambio. Esto sugiere que estamos entrando en un período en el que las empresas deben gestionar sus flujos de caja y créditos mucho más conscientemente», dice Seltem İYİGÜN, Economista de Coface para la Región Mediterráneo y Norte de África.

Los principales riesgos sectoriales destacados por Coface son los siguientes:

 

Sector del Metal (excepto hierro y acero): La dependencia en la importación del suministro de materias primas, la disminución de precios de las materias primas, y los efectos negativos de la variación en los tipos de cambio en los costos financieros de los préstamos son los principales riesgos a los que se enfrentan las empresas.

 

Sector Automotor: El aumento de los impuestos a principios de año, el incremento de los tipos de interés, las medidas macro prudenciales introducidas por BRSA para contener los créditos de consumo y el aumento de los tipos de cambio, entre otros factores, han dado lugar a una disminución significativa en las ventas domésticas. Sin embargo, las perspectivas siguen siendo favorables respecto a las exportaciones.

 

Sector Alimenticio: El mayor riesgo para los productores de alimentos es el aumento de los costos de producción debido a la sequía experimentada durante el año.

 

Sector Químico: La dependencia de casi el 70% en las importaciones de materias primas y la desaceleración en el sector de la construcción, uno de los principales clientes del sector, son los principales riesgos a los que se enfrenta este sector.

 

Sector de la Construcción: En el lado de la vivienda, la incertidumbre planteada por el aumento de los tipos de interés y la desaceleración de la economía parece haber provocado una regresión en la confianza del consumidor, que se refleja negativamente en la demanda de vivienda. La creciente brecha entre la oferta y la demanda constituye otro factor de riesgo.

 

Sector Minorista: El consumo del sector privado representa aproximadamente dos tercios del PBI de Turquía. Según los últimos datos, las ventas minoristas siguen aumentando y el nivel de riesgo del sector no parece ser alto.

 

Textil y Confección: Este sector, que  tiene una alta capacidad de producción y de ventas hacia los mercados nacionales y externos, cuenta con un riesgo de nivel medio. La tendencia a la recuperación en los mercados europeos y las exportaciones, con el apoyo de los tipos de cambio más altos, afectan positivamente a este sector.

 

Sector Farmacéutico: La presión sobre los precios causada por el sistema de referencia de drogas y el alto nivel de competencia está afectando negativamente a la rentabilidad de las empresas.