Estados Unidos Internacionales

Coface analiza la industria automotriz en Estados Unidos

Tras un desplome del 35% en el momento de la crisis, las ventas de autos en los Estados Unidos en 2014 volvieron a los niveles de 2007. La reciente caída de los precios del petróleo (un 48% en 2014) ha contribuido. Aunque la recuperación de este sector castigado por la crisis, se está siendo impulsada por dos factores clave, según un informe de Coface.

El primero es que la recuperación de la economía estadounidense tiene como consecuencia que los hogares puedan beneficiarse de unos tipos de interés muy bajos: la facilidad del acceso al crédito ha reforzado su poder adquisitivo y les permite reemplazar sus vehículos. Esta mejora en la calidad de vida también está motivada por un aumento más rápido de los salarios que de los precios. Con el descenso de los niveles de desempleo, las empresas están aumentando los salarios de sus trabajadores calificados. Todo esto está ayudando a aumentar el nivel de confianza que los hogares americanos tienen en la economía.

El segundo factor es que la positiva situación económica está animando a las empresas del sector a trasladar la producción al país. Las inversiones para aumentar la automatización en el proceso de producción reducen la relación entre los costos laborales y la localización. Como resultado, salvo algunas excepciones, todos los principales fabricantes de automóviles y fabricantes de equipamientos del mundo están ubicados ahora los Estados Unidos. Los poderes públicos han dado un importante impulso al sector, manteniendo una política monetaria de bajos tipos de interés e implementando políticas de apoyo: “programa de desguace” y apoyo financiero a los dos mayores fabricantes de automóviles estadounidenses (una inyección de casi 80.000 millones de dólares a GM y Chrysler).

La caída del desempleo ha afectado a los jóvenes y es por esto que tienen altos niveles de deuda debido a los préstamos estudiantiles: o retrasan la compra de un vehículo, o se convierten en deudores de alto riesgo. Además, parece que ellos dan menos importancia a tener un vehículo, haciendo mayor uso de formas alternativas de transporte. Por otra parte, existe un inconveniente en la creciente facilidad de acceso al crédito de bajo interés: los bancos están concediendo más créditos a las categorías de “alto riesgo” o “subprime”, con el objetivo de aumentar la rentabilidad de los préstamos pendientes. Estos incluyen los llamados hogares de “alto riesgo”, y el número de impagos ha aumentado significativamente y seguirá creciendo en 2015.

Además, los fabricantes necesitan adaptar su oferta y definir un modelo para esta demanda cambiante. El dinamismo de la inversión en I+D será fundamental en un sector impulsado por la oferta, como lo es el automotor, donde los nuevos modelos participan directamente en el impulso de la ventas, estimulando los deseos de los consumidores.