El balance fiscal terminará el año en equilibrio tras 15 años de déficit. La agresiva corrección del gasto permitirá alcanzar un resultado fiscal primario de 1,7% pese a la contracción de los ingresos públicos por la caída de la actividad. BBVA Research estima que el Tesoro mantenga su compromiso con un balance fiscal total equilibrado en 2025.
El sostenimiento del ‘crawling peg’ en 2% mensual reforzó el proceso de desinflación, pero a costa ralentizar la acumulación de reservas por parte del BCRA. Según el informe, los economistas de BBVA esperan una gradual liberalización de restricciones cambiarias a lo largo de 2025.
La inflación alcanzaría 120% anual en diciembre de este año, en un proceso de desinflación definido por la astringencia monetaria y el manejo del tipo de cambio, pero que también procesó una buena parte de la regularización de precios relativos. Para diciembre de 2025 proyectan una inflación en torno a 35% (con un balance de riesgos sesgado hacia un valor menor).
Superada la recesión que tuvo su piso en el segundo trimestre de 2024, la actividad económica mostró mejores datos que los esperados en el tercer trimestre del año, con una incipiente recuperación de salarios reales, reseña el informe. Así, este año el producto bruto interno caería 3,8% en 2024, para recuperarse y crecer hasta 5,5% en 2025, motorizado por el consumo y la inversión.
A las buenas noticias financieras que deja el último trimestre de 2024 se suma la renovación de la confianza en el Gobierno nacional por parte de la sociedad, dejando una buena perspectiva para 2025 y dando margen para abordar los desafíos de la sostenibilidad del equilibrio fiscal y la flexibilización cambiaria.
Además, el Gobierno argentino se podría beneficiar del viento a favor de la gestión de Donald Trump en Estados Unidos, que tendría implicancias positivas netas para Argentina por la buena relación bilateral entre sus mandatarios.
Situación inmobiliaria
En el informe inmobiliario, se confirma el cambio de ciclo que aguardaba el sector. La actividad tomó un gran impulso a raíz del resurgimiento de los créditos hipotecarios y el atractivo que aún conserva el valor de las propiedades. El acceso a la vivienda mejoró en términos interanuales, gracias a la recuperación del salario que se evidenció en los últimos meses y el valor todavía contenido del metro cuadrado. La derogación de Ley de Alquileres propició un cambio muy positivo en el mercado dado que la oferta de arrendamientos se catapultó y recuperó el atractivo como posibilidad de inversión. En cuanto al sector de la construcción enfrenta un momento desafiante, pero existen señales positivas gracias al reciente blanqueo de capitales (regularización de bienes y activos en el país) y la novedad de las hipotecas divisibles.
