Con el alza de las tasas en la cuota del sistema de créditos hipotecarios, la solvencia del sistema financiero para mantener el ritmo de la demanda que crece por encima del 200% anual y para lograr una justa distribución de las líneas, la Secretaria de Vivienda de la Nación tuvo que ponerse al hombro la responsabilidad de disminuir el déficit habitacional.
Con los números que lanza el programa Procrear (que desde su gestión escrituró, según informa La Nación, 15 mil propiedades y tiene 50 mil líneas pre-acordadas) se proyecta, para el año que viene, un “efecto cascada”.
Para lograr este objetivo es que se decidió que las compañías de seguros no puedan ahorrar en instrumentos como las Lebacs, sino que tengan que hacerlo en alternativas de largo plazo. “La letras hipotecarias serán un instrumento para ello”, adelanta Iván Kerr, el subsecretario de Vivienda de la Nación.
Sobre los seguros hipotecarios, Kerr los ve como una herramienta complementaria.
El seguro hipotecario cubre a los bancos de la pérdida que pudieran incurrir si no recuperan el crédito, a cambio de una prima. Es un instrumento que presenta enormes ventajas desde el punto de vista de la política habitacional como por ejemplo que los bancos accedan a prestar un mayor porcentaje en relación al valor tasado de la propiedad
La prima del seguro hipotecario podría representar entre 6 y 10 por ciento del valor del préstamo. Si, como se pretende, se focaliza mejor el actual subsidio combinando con el seguro hipotecario, se lograría aumentar la eficacia de los recursos fiscales, aumentando hasta en 40 por ciento la cantidad de hogares beneficiados con el mismo presupuesto
Para la puesta en marcha del proyecto debe aprobarse la Ley de Financiamiento Productivo, que permitiría a las compañías aseguradoras ofrecer seguros financieros, actualmente no permitidos por la legislación.
