Los precios que figuran en las páginas web de venta de autos son menor que los de la concesionaria. Las diferencias entre los valores “sugeridos” por las marcas y los que realmente se cobran vienen creciendo y esos “sobreprecios” ya pueden llegar a $ 65.000.
Existen concesionarias que los tienen en stock disponibles para entrega inmediata pero le incrementan el valor a lo que indica la fábrica y de lo que negocia con el Gobiern, tal como lo demuestra Clarín en una nota.
De acuerdo a las encuestas realizadas por Clarín, Volkswagen Golf Trendline, tiene un valor sugerido de $ 245.352 pero en una agencia oficial pidieron $ 280.000 y en otro hasta pasaron un costo de $ 310.000, con un recargo de casi $ 65.000. Se hizo la misma consulta por el Vento, pero ese modelo estaba en falta en todos los locales. Según dijeron, porque “no lo están entregando”.
Otra marca fue el Chevrolet Cruze de cuatro puertas porque el modelo LT con caja manual, “sugerido” a casi $ 250.000, se vende en los concesionarios hasta en $ 300.000. Y el LTZ, que debería valer $ 275.000, aparece hasta a $ 330.000.
También las empresas de Peugeot se suman a estos aumentos, un Peugeot 408 Sport, en la web oficial lo cotiza en $ 275.050, pero en un negocio está $ 320.000 para entregarlo.
Sólo en locales de Ford, Renault y Toyota no se hallaron grandes diferencias. Lo que sí fue general es que, para ciertos modelos, los vendedores adviertan las demoras de hasta tres meses en las entregas.
Por último, días atrás, el Gobierno reaccionó y mostró sus molestias a las automotrices por los “sobreprecios”. Pero las empresas, aunque rechazan la práctica y piden evitarla, aseguran que sólo pueden sugerirles a sus agentes un precio de venta.