El sistema previsional de Islandia ha sido nombrado el mejor del mundo tras su debut en la decimotercera edición del Mercer CFA Institute Global Pension Index (MCGPI). Holanda y Dinamarca ocupan el segundo y tercer puesto del ranking, respectivamente, después de haber estado compitiendo por el primer puesto durante una década.
En el caso de Argentina, ocupa el lugar 42, entre 43 países, o sea, anteúltimo. Por su parte, Chile se ubica en la posición 16, Uruguay en el puesto 20; Colombia en el 25; Brasil en el 30 y México en el 37, todos por encima de nuestro país.
El estudio también revela que los sistemas de pensiones pueden contribuir en gran medida a reducir la brecha de género en las pensiones, un problema inherente a todos los sistemas.
El MCGPI es un estudio integral de los sistemas de pensiones a nivel global, que abarca dos tercios (65 %) de la población mundial. Compara los sistemas previsionales de todo el mundo, y resalta algunas de sus deficiencias y sugiriere posibles áreas de reforma que permitirían ofrecer beneficios de jubilación más adecuados y sostenibles. Los tres sistemas que encabezan la lista, todos ellos con una calificación A, se caracterizan por ser sostenibles y estar bien administrados, y por ofrecer sólidos beneficios a los individuos.
La presidenta y CEO del CFA Institute, Margaret Franklin, señala que resulta más importante que nunca entender cómo se pueden mejorar los beneficios de jubilación.
“La pandemia ha exacerbado las desigualdades socioeconómicas en numerosas partes del mundo. Y, desde una perspectiva de inversión a largo plazo, estamos inmersos en un entorno muy complejo, con tasas de interés históricamente bajas y, en algunos casos, con rendimientos negativos que afectan claramente la rentabilidad”, afirma Franklin.
Y agrega: “Para agravar la situación, la brecha de género en las pensiones plantea retos adicionales y urgentes, ya que las mujeres deben afrontar sus años de jubilación con menos beneficios. Teniendo en cuenta estas preocupaciones, la promesa de una jubilación segura depende de que los responsables políticos y las partes interesadas del sector tomen medidas colectivas para analizar las fortalezas y debilidades de los sistemas de pensiones, con el objetivo de ofrecer mayores beneficios de jubilación a todos los individuos”.
El Dr. David Knox, socio senior de Mercer y principal autor del estudio, se mostró de acuerdo con Franklin, al afirmar que es fundamental que los participantes en el sector de pensiones actúen de inmediato.
“Los gobiernos de todo el mundo han respondido al COVID-19 con niveles significativos de estímulo económico, lo que ha aumentado la deuda pública y reducido la posibilidad de que los gobiernos puedan mantener a su población de edad avanzada en el futuro. Los sistemas previsionales de todo el mundo se inclinan cada vez más por planes de acumulación, en lugar de planes tradicionales de beneficios definidos. A pesar de los retos que se presentan, no es el momento de frenar la reforma de las pensiones, sino de acelerarla. Los individuos deben hacerse cada vez más responsables de sus propios ingresos de jubilación, y necesitan una fuerte regulación y gobernanza para recibir apoyo y protección”, asegura el Dr. Knox.
Diferencias de género en los resultados de las pensiones
El análisis del MCGPI reveló que no existe una causa única de la brecha de género en las pensiones, a pesar de que todas las regiones presentan diferencias significativas en el nivel de ingresos de jubilación según el género.
“Las causas de la brecha de género en las pensiones son diversas y variadas. Todos los países y regiones tienen problemas relacionados con el empleo, el diseño de las pensiones y las cuestiones socioculturales que colocan a las mujeres en una situación mucho más desfavorable que los hombres en lo que respecta a ingresos de jubilación”, señala el Dr. Knox.
Si bien ya conocemos perfectamente los problemas relacionados con el empleo que contribuyen en gran medida a la brecha de género (p. ej., más trabajadoras a tiempo parcial, períodos fuera del mercado laboral por responsabilidades de cuidado y salarios promedio más bajos), el estudio reveló que las deficiencias en el diseño de las pensiones contribuyen a agravar el problema. Esto incluye la no obligatoriedad de devengar beneficios previsionales durante la licencia parental, la ausencia de créditos de pensiones durante el cuidado de niños o padres mayores en la mayoría de los sistemas y la falta de indexación de las pensiones durante la jubilación, que tienen un mayor impacto en las mujeres debido a su mayor esperanza de vida.
“Sabemos que reducir la brecha de género en las pensiones implica un gran desafío, debido a la estrecha relación existente entre la pensión y el empleo y la estructura de ingresos. Sin embargo, en vista de que la pobreza entre las personas mayores es más común entre las mujeres, no podemos darnos el lujo de quedarnos de brazos cruzados”, añade.
El sector de pensiones puede adoptar una serie de medidas. En primer lugar, deben eliminar las restricciones de elegibilidad para que los individuos puedan afiliarse a los sistemas de pensiones relacionados con el empleo. Independientemente del salario, las horas de trabajo o la antigüedad, toda persona debe tener la posibilidad de participar en un plan de pensiones que le brinde beneficios adecuados.
Y cierra: “Los fondos de pensiones también pueden introducir créditos para quienes cuidan a los más pequeños y a los adultos mayores. Los cuidadores prestan un valioso servicio a la comunidad y no deberían verse perjudicados durante sus años de jubilación por haber estado fuera del mercado laboral formal”.
Argentina podría mejorar su sistema previsional mediante las siguientes acciones:
- Incrementar la cobertura de los empleados en planes de pensiones profesionales a través de la afiliación o inscripción automática, lo que aumentaría el nivel de contribuciones y activos
- Introducir un nivel mínimo de contribuciones obligatorias a un fondo de ahorro para la jubilación
- Introducir una edad mínima para acceder a los beneficios de los planes de pensiones privados
- Mejorar los requisitos reglamentarios para el sistema privado de pensiones
“En Argentina, las mujeres tienen desafíos financieros que aún no han sido adecuadamente resueltos. Las desigualdades en el mercado de trabajo se trasladan al ámbito de la seguridad social como desigualdad de cobertura contributiva”, señala Clara Estevarena, Directora de Wealth de Mercer de Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay.
Según concluye la experta de Mercer, “son 4 los factores que inciden negativamente en la capacidad de las mujeres de consolidar derechos previsionales: el menor nivel de participación femenina en la fuerza de trabajo con respecto a la masculina; las considerables diferencias de remuneración entre los géneros; la mayor probabilidad de una carrera más breve o con interrupciones y la presencia excesiva de mujeres en el trabajo informal y vulnerable. Estos factores hacen que para las mujeres sea más difícil cumplir con el requisito mínimo de cantidad de aportes. Y, cuando los cumplen, hacen que su haber previsional sea de un importe significativamente menor”.
Cifras destacadas
Islandia obtuvo el valor más elevado del índice global (84.2), seguida inmediatamente por Holanda (83.5). Tailandia obtuvo el valor más bajo del índice (40.6).
El Índice utiliza el promedio ponderado de los subíndices de adecuación, sostenibilidad e integridad. Con relación a cada subíndice, el sistema previsional de Islandia ocupa el primer lugar del ranking en adecuación (82.7) y sostenibilidad (84.6), y el de Finlandia ocupa el primer lugar en integridad (93.1). En cuanto a los sistemas previsionales con los valores más bajos en todos los subíndices se encuentra el sistema de la India en adecuación (33.5), el de Italia en sostenibilidad (21.3) y el de Filipinas en integridad (35.0). Por su parte, Argentina ocupa el puesto 33 en Adecuación; el 40 en Sostenibilidad y el 42 en Integridad.
En comparación con 2020, China y Reino Unido son los países que han experimentado la mayor mejora como consecuencia de una importante reforma de las pensiones, que permitió mejorar los resultados para las personas y las regulaciones en materia de pensiones.