A sólo dos días de su puesta en marcha en Argentina y cómo ya lo habían anticipado las autoridades, secuestraron y multaron al primer auto Uber.
El pasado martes en Avenida Directorio al 500, en el barrio porteño de Caballito, se detuvo a un Chevrolet Agile y el inspector le consultó al pasajero por qué viajaba en el asiento trasero. Tras esa pregunta, el cliente debió reconocer que había pactado el viaje con el conductor a través de Uber. Así dispusieron que el vehículo fuera trasladado a un depósito y la aplicación de una multa de $77.000 para el conductor pero la empresa pagó y reveló que seguirá operando, tal como revela una fuente de Infobae.com
[box]Además, el chofer tampoco contaba con registro profesional, ni seguro para pasajeros, ni con la Verificación Técnica Vehicular (VTV) que es obligatoria para taxis, remises y micros escolares, de acuerdo a lo publicado por Clarín.[/box]Por otro lado, el Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario Nro 15 le ordenó al Gobierno porteño arbitrar «las medidas necesarias para suspender cualquier actividad que desarrolle la empresa Uber» en la Ciudad, hasta tanto haya una sentencia definitiva respecto del pedido de amparo del Sindicato de Peones de Taxis de la ciudad de Buenos Aires, la Cámara Empresaria del Autotaxi, la Asociación Civil de Taxistas de Capital, la Sociedad de Propietarios de Automóviles con Taxímetro y la Unión de Propietarios de Autos Taxis contra el gobierno porteño, apuntó la nota de Clarín.
Por último, esta suspensión, según cuenta el fallo, se extenderá hasta tanto se dicte sentencia definitiva en el amparo impulsado por el Sindicato de Peones de Taxis de la Capital Federal. Ante la diversidad de intereses en juego, en la sentencia se ordena reconducir la vía del amparo hacia un proceso colectivo de conocimiento pleno.