Llegan las vacaciones de invierno y, con ellas, muchos deciden emprender viaje hacia las zonas más frías del país, para disfrutar de jornadas de esquí, paisajes nevados o un tranquilo descanso.
Existe una gran cantidad de turistas que deciden utilizar sus propios vehículos para viajar. Sin embargo, es sabido que muchos de los accidentes de tránsito se producen durante los meses más fríos del año, como consecuencia de las dificultades que traen el hielo y la nieve, tanto en el camino como en los desafíos que presentan para el conductor. En este marco, La Perseverancia Seguros, compañía con más de 118 años de trayectoria, comparte 5 consejos a tener en cuenta a la hora de emprender el viaje en ruta durante las vacaciones de invierno, sobre todo en superficies nevadas o placas de hielo.
Recomendaciones básicas:
1. Preparar el auto.
Revisar los niveles de líquido, estado de las ruedas, la batería y las luces, además de tener el tanque de combustible lleno.
Lo ideal es que los neumáticos sean aptos para las bajas temperaturas, ya que poseen mayor adherencia y reducen las distancias de frenado, minimizando el riesgo de accidentes.
Por otro lado, el limpiaparabrisas tiene que limpiar a la perfección. En caso de que se trabe, es recomendable utilizar alcohol en el depósito para evitar que se congelen.
2. Cuidar el vehículo si se deja en la intemperie.
Si el vehículo va a quedar afuera, se recomienda levantar los limpiaparabrisas, tapar las cerraduras con cinta adhesiva y colocar el cambio. Esto último es fundamental para que las pastillas de freno no queden pegadas a los discos.
3. Elementos para la nieve y anticongelante.
Es imprescindible contar con cadena para la nieve y líquido anticongelante. En cuanto a este último, debe cambiarse si tiene más de dos años de antigüedad, y recargarse de ser necesario. El líquido anticongelante ayuda a no atascarse en superficies heladas.
4. Conducir despacio y con movimientos suaves.
No acelerar ni frenar bruscamente, ni exceder los límites de velocidad. El estado de las rutas puede afectar el tránsito, y también el nivel de reacción de otros conductores.
Las fuertes nevadas suelen estar acompañadas por viento, y esto suele complicar aún más la situación al conductor. Se debe sujetar firmemente el volante, y realizar movimientos suaves para corregir las desviaciones de la trayectoria, siempre reduciendo la velocidad.
5. Lucas bajas y antiniebla.
Con la nieve, la visión se reduce, por lo que es recomendable utilizar las luces bajas del vehículo. Si no fuera suficiente, pueden utilizarse también las luces antiniebla.
Tomar estas precauciones es cuidarse a uno mismo, a sus acompañantes y también a los pasajeros de los demás vehículos.