Después de muchos años sin reglamentar, la Verificación Técnica Vehicular (VTV) rige en la Ciudad de Bs. As. desde octubre de 2016. De ese momento a la fecha, pasaron cerca de 94.000 vehículos, de los cuales 12.700 (casi el 14%) fueron rechazados por presentar desperfectos graves principalmente en luces, frenos, neumáticos y contaminación. Todos potenciales causas de siniestros viales.
“El número es considerable, si se tiene en cuenta que hasta el momento sólo han pasado por alguna de las siete plantas verificadoras porteñas, las unidades con patentes terminadas en 0 y 1, y que cumplen con los requisitos para realizar el trámite: tener más de tres años de antigüedad o más de 60 mil kilómetros en el caso de los autos, o a partir del primer año de rodado para las motos”, señala un artículo publicado por Clarín en base a datos oficiales.
En caso de no pasar la VTV, los autos quedan inhibidos para circular, y cuentan con un plazo de 60 días para arreglar las fallas y pasar por una re verificación, que se realiza sin cargo.
A eso hay que sumarles los «condicionales», es decir, los rodados que presentan fallas leves, que deben ser resueltas también en un plazo máximo de dos meses. En esos casos, durante ese término, pueden circular con un certificado. Los mismos superan los 10.400 vehículos (11%) del total, por lo que sumados a los que fueron rechazados totalizan el 25%. Así, uno de cada 4 vehículos no logra pasar la VTV satisfactoriamente en Capital.
Si bien a priori parece un número alto, lo cierto es que es el mismo guarismo que se da en la Provincia de Buenos Aires, donde la VTV es obligatoria hace varios años. Allí, el 25% de los autos son rebotados por dificultades en sus frenos o diferencias importantes entre ejes delantero y trasero. Claramente, un aspecto central en la prevención de accidentes viales, sobre el cual se requiere mucha disciplina y conciencia por parte de los conductores, y que marca la importancia de este tipo de controles.