Un estudio realizado por la Fundación MAPFRE y la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción (FAD), bajo el título «Conducción y Drogas. Factores subyacentes a los comportamientos de riesgo» revelan que el 8,1% de los jóvenes dice haber conducido bajo los efectos de las drogas “alguna vez” en los últimos seis meses; y de estos, un 2,1%, además lo hace de forma frecuente. También, el 30% de pasajeros se ha subido a un vehículo cuyo conductor había consumido porros, cocaína o pastillas, entre otras drogas ilegales.
[box type=»note»]Las razones de estas actitudes es que los jóvenes relativizan el consumo de alcohol y drogas como factores de riesgo. Prueba de ello es que un 13,6% cree que el alcohol sólo “aumenta algo” el riesgo de sufrir un accidente y un 17,5% de los amigos ven normal que se beba o consuma drogas aunque se tenga que conducir. Pero la cosa es aún peor: hay jóvenes que aún creen en los falsos mitos sobre el alcohol, se muestran seguros de sus límites y dicen saber lo que pueden consumir y cómo contrarrestar los efectos antes de ponerse al volante.[/box]Según datos de la Dirección General de Tráfico sobre la siniestralidad en 2015, el 33% de los conductores dieron positivo en controles de drogas (22.241 sobre un total de 68.959). En el caso de conductores involucrados en accidentes de tráfico, el porcentaje de positivos se reduce al 21%, pero aumenta al 59% cuando se trata de conductores infractores.
Por otro lado, este estudio de la Fundación MAPFRE y la FAD, forma parte de la estrategia Objetivo Cero Víctimas en Accidentes de Tráfico.
Un conductor drogado deja de pensar con claridad, no tiene marcha atrás. Por ello es tan importante que entre todos impidamos que alguien que haya consumido drogas se ponga al volante”, declaró que Jesús Monclús, Director del Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE.
Por último, el informe se realizó basándose en mil encuestas a jóvenes españoles de entre 16 y 30 años de edad.