Füture INESE-.A medida que las compañías de seguros crecen, los riesgos no financieros son cada vez más importantes de gestionar. Pero en un mundo digital hiperconectado, abordar estos riesgos será cada vez más difícil. El sector está más preocupado por los riesgos relacionados con los modelos empresariales y operativos (26%), la ciberseguridad y la gestión de la información (23%) y los mercados (20%).
Esta realidad es la que revela el último informe de PwC’s 2022 Global Risk Survey que se puede resumir en pocas palabras: «La mayoría de las compañías de seguros están tomando medidas audaces para modernizar sus tecnologías y procesos empresariales. Las aseguradoras, que han sido durante mucho tiempo maestros del riesgo actuarial y evaluadores activos del riesgo de mercado y de crédito, necesitan gestionar los riesgos no financieros con el mismo rigor que utilizan para gestionar sus objetivos de crecimiento», afirma la consultora.
Esto, añade: «requerirá un nuevo enfoque de la gestión de riesgos, que implique a la función de gestión de riesgos en una fase temprana de las decisiones estratégicas, que establezca una cultura de riesgos claramente definida en toda la empresa y que invierta enérgicamente en tecnología de gestión de riesgos».
¿Dónde estamos?
Adoptar nuevos modelos empresariales y operativos para ayudar a reforzar las capacidades empresariales. La creciente presión externa está impulsando a las aseguradoras a modernizar los sistemas y el software obsoletos. A medida que adoptan la tecnología para recortar costes y aumentar la eficiencia en respuesta a rivales más esbeltos, las fluctuaciones del mercado de capitales y el aumento de la inflación, las aseguradoras intentan hacer más con menos.
El sector espera una serie de tendencias disruptivas e impactantes en los próximos tres años. De las tres principales disrupciones señaladas, dos están relacionadas con los riesgos del modelo empresarial y operativo: las operaciones ajustadas (53%) y los productos personalizados para segmentos desatendidos (48%).
Las compañías más tradicionales se enfrentan a las perturbaciones en la distribución y a la creciente competencia. Los seguros basados en el uso (UBI), los seguros basados en el comportamiento (BBI) y las pólizas de pago por uso son cada vez más populares entre los consumidores y los competidores. Y, a medida que los grandes actores de la tecnología comienzan a aumentar su presencia en el sector de los seguros, las compañías tradicionales tienen que modernizarse o corren el riesgo de quedarse atrás.
Y… ¿cómo podemos gestionar el riesgos?
Pero los nuevos modelos de negocio conllevan nuevos riesgos. Para hacer frente a este reto, el 77% de las aseguradoras están supervisando o aplicando activamente un plan de gestión de riesgos para comprender los riesgos de las operaciones de bajo coste. Más de dos tercios (67%) están supervisando o aplicando un plan para productos personalizados, lo que es especialmente importante para las compañías de seguros de daños y los proveedores institucionales de vida.
El aseguramiento de la información y la gestión de la ciberseguridad están en alza. La tecnología digital está revolucionando la forma de hacer negocios de las aseguradoras. Además, la analítica de datos y la IA pueden ayudar a las compañías de seguros a alcanzar sus objetivos de crecimiento y a proporcionar información digital sobre el comportamiento de los clientes, pero también introducen nuevos riesgos, como la necesidad de transparencia en torno a las decisiones impulsadas por la IA.
La segunda cuestión más mencionada es la creación de una experiencia digital desde el presupuesto hasta la reclamación. A medida que adoptan más soluciones digitales, las aseguradoras están aprendiendo a interactuar con los clientes y las partes interesadas de formas totalmente nuevas. También están aprendiendo a hacer frente a más riesgos digitales.
Computación en la nube: ventajas y retos
Un ejemplo es la computación en la nube. Ésta ayuda a las aseguradoras a obtener una serie de beneficios empresariales, como la mejora de la eficiencia, la mejora del servicio al cliente y el ahorro de costes. Y, con la escala de los proveedores globales de la nube, las aseguradoras también se benefician de la «inmunidad digital compartida». Al gestionar un posible riesgo o exposición cibernética para una compañía de seguros, los proveedores de la nube pueden ayudar inmediata y automáticamente a proteger a otras compañías de seguros que utilizan los mismos componentes de la nube.
Sin embargo,la nube conlleva algunos riesgos propios. Los cambios en los modelos operativos o los modelos de gastos poco claros, por ejemplo, han disuadido a algunas aseguradoras de adoptar plenamente la computación en nube. A algunas aseguradoras también les preocupan los sistemas heredados, la fiabilidad y la seguridad de los datos en la nube.
Los riesgos relacionados con la seguridad de los datosse han convertido en una fuente importante de preocupación en particular. Por ello, en la agenda de las aseguradoras ahora les preocupan los derechos y la protección de la privacidad (71%), las leyes de protección de datos (73%) y la ciberregulación (73%).
Invertir en tecnología
Desde PwC puntualizan que cada vez son máslas aseguradoras que invierten en tecnología de gestión de riesgos, análisis de datos y herramientas de automatización porque generan valiosas perspectivas de negocio y eficiencia.
«La automatización puede eliminar las tareas de menor importancia, la analítica de datos puede proporcionar una visibilidad adicional de los riesgos y las funciones de riesgo, y los cuadros de mando y las visualizaciones pueden agilizar la presentación de esta información a los responsables de la toma de decisiones», concluye el informe.
Ante esto, afirma la consultora, las compañías de seguros deben aprovechar todas las formas en que la tecnología puede servir a sus intereses para tener un mejor control de la gestión de riesgos y así lograr el crecimiento.