El pasado miércoles, Italia sufrió un terremoto con una intensidad del 6,2 en la escala de Richter, y según JP Morgan considera que tendrá un impacto menor en las cuentas de Generali que el ocurrido en l’Aquila en 2009, con una intensidad de 5,9 grados, el seísmo de hace siete años provocó un coste para el sector de aproximadamente 350 millones de euros, tal como señala una publicación de Inese.
En un informe, el banco de inversión explica que en ello influye que el nivel de aseguramiento de las viviendas en Italia no es elevado y que, frente al ocurrido en 2009, al suceder en agosto, un mes tradicional de vacaciones, «las pérdidas potenciales en caso de interrupción de la actividad económica son más bajas que en el terremoto de l’Aquila», ocurrido en abril, según apunta una nota de Inese.
De acuerdo a un estudio realizado por la Asociación de Aseguradoras Italianas desveló que las dos terceras partes de los municipios de Italia se encuentran en zonas de riesgo por terremoto, con una proporción similar de sus edificios exentos de cualquier protección sísmica.
El terremoto del 2009, para Generali significó un aumento de las indemnizaciones de 130 millones de euros durante el segundo trimestre de ese año; ese importe, ahora, llevado a las cifras de 2016 supondría un impacto del 3% sobre los beneficios previstos de este año (unos 4.800 millones de euros).
Italia es el país europeo con mayor número de terremotos contabilizados en los últimos años. Desde 1968, según el diario El Economista, estos seísmos han supuesto un coste económico para el país de aproximadamente 121.000 millones de euros.
Asimismo, JP Morgan también valora el efecto en las cuentas de Allianz y afirma que las indemnizaciones de 2009 se elevaron hasta los 84 millones de euros; proyectados en los resultados previstos para este año supondrían un 1% de los beneficios totales.