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Solo 8% de los ciclistas usa casco y la mitad no respeta los semáforos

Del 16 al 22 de septiembre se celebra a nivel mundial la Semana de la Movilidad Sustentable. En este sentido, la bicicleta y la caminata son dos de las mejores opciones para apoyar el desarrollo de un ambiente sostenible y la mejora del uso del espacio público. ¿Qué dicen las estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial sobre ciclistas y peatones?

Desde el jueves 16 y hasta el miércoles 22 de septiembre, se celebra mundialmente la Semana de la Movilidad Sustentable. Se trata de promover alternativas de movilidad que aporten a la construcción de un ambiente más amigable, que aporten al desarrollo sostenible mejorando el uso y la apreciación del espacio público por parte de las y los ciudadanos. Entre las principales opciones se encuentran el uso de la bicicleta y la caminata. La bicicleta es un medio de transporte económico, ecológico y saludable, mientras que las y los peatones constituyen el grupo más grande de usuarios de la vía. Uno de los desafíos actuales es incorporar a peatones y ciclistas dentro del entramado vial ante un tránsito urbano que se caracteriza por darle prioridad a los vehículos motorizados. Para conocer un poco más sobre el perfil de peatones y usuarios de bicicleta, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), organismo del Ministerio de Transporte, realizó estudios sobre sus comportamientos y actitudes en la vía pública.

En cuanto a peatones, se destaca que la caminata es la forma más usada de transporte en las zonas urbanas de todo el mundo. Todas las personas en algún momento son peatones, y la negociación del espacio con el resto de los usuarios es constante. A nivel global, las estadísticas reflejan que las y los peatones representan el 23 por ciento de las víctimas fatales por siniestros de tránsito, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Argentina, datos del Observatorio Vial de la ANSV del primer semestre de 2021, marcan que de las 1675 personas fallecidas en siniestros viales, el 11 por ciento corresponde a peatones. Existen numerosas causas que intervienen en esta problemática, principalmente las conductas de riesgo por parte de los propios peatones (cruzar por fuera de la senda peatonal; la espera sobre la calzada; la transgresión del semáforo, entre otras) y de los conductores de vehículos (no ceden el paso a peatones, y en el caso que cedan el paso lo hacen sólo ante la presión de peatones frente a la intención de cruce).

Según un estudio sociocultural realizado por la ANSV sobre percepciones, creencias y actitudes de la población argentina en torno a la seguridad vial, el 23 por ciento declara que cruza la calle en lugares distintos del paso de peatones. Por su parte, el 31 por ciento de las y los peatones declara que, siempre o casi siempre, camina por la vía pública entre automóviles mal estacionados, arreglos en las veredas y otras situaciones incómodas. Además, pese a que el 84 por ciento de peatones perciben la acción como muy peligrosa, 4 de cada 10 siempre o casi siempre realizan el cruce de calle transgrediendo la señal del semáforo.   

La bicicleta, por su parte, genera beneficios para la salud mental y física, y además se trata de un gran aporte para la generación de ciudades más sustentables. Al igual que sucede con los peatones, es importante que las y los ciclistas se reconozcan como actores del entramado vial y cumplan con las normas de tránsito. Del total de las personas fallecidas en siniestros viales en el primer semestre de 2021, los usuarios de bicicletas representan el 4 por ciento. En este sentido, la ANSV realizó un estudio inédito sobre el perfil de los ciclistas de nuestro país, y entre los datos más relevantes resalta que solo el 8,3 por ciento de los ciclistas utiliza el casco a la hora de circular y casi la mitad de los ciclistas observados no respetan los semáforos (48%).

La bicicleta es utilizada como modo de transporte para actividades cotidianas y/o para trasladarse hacia y desde el trabajo o estudio. Sin embargo, de los consultados, solo el 17 por ciento de quienes declaran poseer una bicicleta la utiliza con frecuencia semanal. Mayormente, la movilidad tiende a ser con fines recreativos, pero de todos modos, su uso para el desplazamiento hacia destinos de corta o más extensa distancia también es muy común. La mayoría de los ciclistas observados pertenecen a la región pampeana (49%). El 71 por ciento son hombres y el 29 por ciento mujeres. El grupo etario que más utiliza este tipo de vehículos son los jóvenes de entre 18 y 35 años, que representan el 46,7 por ciento, seguido por usuarios de entre 36 y 49 años, que son el 19 por ciento.

Además, los trabajos realizados por el Observatorio de la ANSV plantean una serie de propuestas y recomendaciones para reducir los siniestros viales que involucran a peatones y ciclistas. En el caso de peatones, fortalecer la mirada del respeto y la convivencia vial entre todas las personas usuarias de la vía pública, utilizando los espacios de capacitación que ofrece el otorgamiento de la licencia de conducir; implementar la colocación de cruces peatonales elevados; reducir las velocidades máximas en zonas urbanas; ampliar la colocación de dársenas exclusivas para el transporte urbano destinadas al ascenso y descenso de pasajeros; y aumentar los controles en sectores donde no se permite el estacionamiento, entre otras. 

En el caso de los ciclistas, se propone ampliar la construcción de infraestructuras exclusivas para este tipo de usuarios, como ciclovías y bicisendas. También, la creación de estacionamientos en la vía pública que brinden seguridad para su guardado o facilitar estacionamiento en lugares de trabajo, escuelas, clubes, entre otros, sumado a un alumbrado adecuado y posiciones de espera en las calzadas. Además, establecer algún tipo de regulación o control al incumplimiento de normativas de tránsito; instalar semáforos para bicicletas sobre las ciclovías en intersecciones que se considere necesario; pacificar el tránsito reduciendo las velocidades máximas en espacios donde confluyen automóviles y bicicletas; fomentar el aumento del uso de elementos de seguridad entre ciclistas, y también otorgar facilidades económicas y generar incentivos.