En la nueva economía digital, aquellas industrias que no agreguen valor digital a sus productos y servicios se verán agravadas frente a su competencia ya que quedarán comoditizados frente a quienes ofrezcan valor a través de la innovación digital.
Entender que la digitalización es la base para escalar y gestionar la complejidad y lo digital es la base para innovar y proveer verdadero valor a los clientes que buscan cada vez productos más sofisticados y servicios personalizados, es el punto de partida para comenzar la transformación. Sin una digitalización efectiva la transformación digital será un camino plagado de obstáculos, por lo que es importante entenderlo al momento de comenzar a pensar en ser una organización “digital”.
Si bien transformarse en digital es una aventura excitante y desafiante, es también un camino lleno de incertidumbre; es por esto que disponer de un marco de buenas prácticas puede ayudar a mitigar riesgos y minimizar pasos en falso:
1. Incluir a toda la organización en la Transformación Digital, no quedando solo en manos de IT: Por lo general las organizaciones asumen que este proceso es un tema exclusivo del área de IT, lo cual es un gran error, dado que la tecnología es un facilitador de una nueva empresa, por lo que es factor crítico de éxito que el negocio se ponga al frente del programa de Transformación.
2. Definir la nueva visión del negocio sin restricciones tecnológicas: este es otro factor crítico de éxito. Si la nueva visión del negocio está restringida por la plataforma actual de la empresa, es posible que se limite mucho la capacidad de innovación, por lo que primero deberá definirse la visión y luego analizar cuán grande será el esfuerzo y de qué manera llegaremos ahí.
3. Poner la arquitectura como visión compartida del programa de Transformación: Además de la arquitectura técnica, fundamentalmente la arquitectura de negocio. Combinar la nueva arquitectura con técnicas de roadmapping facilitará estimaciones y planes.
4. Experimentar y trabajar en pequeñas iniciativas: una de las grandes tareas de los CIOs es discernir lo que realmente sirve a su programa de transformación de lo que pueden ser solo “modas” pasajeras. En este sentido es importante disponer de capacidades para poder experimentar tecnologías en pequeñas iniciativas que doten a los equipos de trabajo de experiencia y conocimiento. Trabaje con sus proveedores en una relación basada en la confianza y buenos acuerdos.
5. Conformar equipos multidisciplinarios: siempre hemos creído que unos de los efectos colaterales de la Transformación digital es la necesidad de convergencia de diferentes disciplinas, por lo que es importante que los equipos que lleven adelante el programa se integren con diferentes habilidades y conocimientos, tanto del negocio como de IT. Asimismo incluir al cliente como parte del equipo, tendrá sus beneficios.
6. Ser perseverante y paciente: este es un proceso que tendrá problemas y escollos, por lo que debe prepararse para atravesarlos. Lo importante es comenzar y tener bien formalizado en donde se está, (realidad de hoy) y donde quiero estar, (nueva propuesta de valor) y trabajar en paquetes de transformación apalancados por la visión de la arquitectura.
Por último, si mi proceso de digitalización ha sido satisfactorio es probable que muchos componentes de esta plataforma podrán ser reusados en el programa de transformación, lo que devendrá en una mayor velocidad en la implantación del programa. Pero si hay trabajo que hacer para completar la digitalización del negocio, este debe ser hecho antes de comenzar con la transformación digital. Pero lo que realmente importa es comenzar, porque seguramente su competencia ya lo inició.