Como si sobraran dólares en la economía argentina, uno de los sectores de mayor demanda del negocio del seguro de caución, presentó a junio (USD -1.700 millones) como récord histórico de déficit en la balanza comercial (exportaciones vs. importaciones). En lo que va del año (enero-junio), lleva acumulado algo más de USD -7.300 millones de la escasa divisa norteamericana.
La sequía empieza a impactar de lleno en nuestro polo exportador, y junio ya confirma el comienzo de la recesión argentina, con valores de intercambio (impo-expo) que retroceden más del 25% interanual. El otro coloso (gasto público) vinculado a las garantías contractuales, también parece haber tenido un semestre de capa caída, con un retroceso (ajuste) a valores constantes del 10% del gasto primario, dando menos materia prima de demanda al caucionero mundo de la obras y servicios públicos. A pesar de este desalentador escenario de los principales bastiones del negocio, la IED (Inversión Extranjera Directa) tuvo su “segundo semestre macrista”, con un avance del 120% en lo que va de este 2023, concentrado en energía, actividades extractivas (litio a la cabeza) y alimentos. Mientras la transición presidencial se encuentra en pleno desenlace, el FMI sigue pidiendo a gritos ortodoxia a la psiquiátrica macro argentina.
Hace apenas 20 años atrás, en 2003, teníamos paridad con Brasil: con 3 pesos argentinos comprabas un dólar americano y lo mismo sucedía con 3 reales de nuestro vecino pentacampeón. Hoy, con algo menos de 5 reales, comprás un USD, mientras que si hablamos de nuestra moneda, necesitamos $540 pesos argentinos para comprar el mismo USD. Es evidente que la discusión por el rumbo de la economía no está pasando por su mejor momento, ni por su mejor lugar.
Un nuevo ejercicio comienza en el nicho caucionero (2023-2024), donde todo indica que la actividad económica aportará a una menor velocidad, por lo menos en esta segunda mitad de año. Afianzadora está lista para hacer frente a las exigentes condiciones imperantes, aportando capacidad y profesionalismo a las demandas de todos los sectores productivos del país, porque en escenarios turbulentos, más que nunca, se debe garantizar la cadena de valor de la pyme argentina.